Mueren calcinadas 30 personas en sus autos por incendio en Portugal

Las autoridades portuguesas han encontrado este domingo al menos una docena de vehículos calcinados y varios motoristas carbonizados entre la carretera de Figueiró dos Vinhos y Castanheira de Pera.

Regeneración, 19 de junio de 2017.-30 de las víctimas, murieron dentro de sus coches, en la carretera, mientras intentaban huir de sus casas viendo que las llamas amenazaban con devorarlas.

La carretera nacional 236 se convirtió en un infierno del que familias enteras no pudieron salir. Una carretera estrecha entre desfiladeros y curvas que se convirtió en una auténtica ratonera.

El fuego se inició alrededor de las 3 la tarde (hora local)este sábado, en el área forestal de Escandor de Fondeiras, en Pedroga Grande, en la provincia de Leira a 200 kilometros de Lisboa.

Rodeados por las llamas, los habitantes de la zona intentaron huir por carretera y se encontraron con una trampa mortal. La mayoría de los fallecidos viajaba a través de la carretera nacional 236, entre Figueiró dos Vinhos y Castanheira de Pêra.

Las autoridades portuguesas han encontrado este domingo al menos una docena de vehículos calcinados y varios motoristas carbonizados entre la carretera de Figueiró dos Vinhos y Castanheira de Pera.

Los forenses han comenzado a identificar a las primeras víctimas y han encontrado un patrón muy claro: coches carbonizados, atrapados en el asfalto y con familias en su interior. Guillermo, un niño de 4 años de Pedrogão, es uno de los primeros nombres que la policía ha identificado. Estaba en el coche junto a su tío, que se encontraba en el asiento del conductor.

En la misma carretera se ha encontrado también el cuerpo de Bianca, una niña también de cuatro años, que huía junto a su abuela y su madre, ésta última aún con un hilo de vida cuando fueron encontradas y trasladada al hospital.

Luis Antes, un empleado de banca de 55 años, se mira a sí mismo y no se cree todavía que sea de los pocos que puede contar el infierno por el que pasó. Fue a visitar a su hermano a Vila-Facaia, y una vez allí vieron el repentino avance de las llamas. Ambos salieron corriendo, cada uno en su coche.

«Toda la zona fue engullida por el fuego en tan solo diez minutos», cuenta, desesperado. «Tratamos de ir hacia un lado y luego hacia otro, pero las llamas estaban por todas partes», rememora. «Al final dejé mi coche y me metí en el de mi hermano y decidimos probar suerte y traspasar la oscuridad del humo y las llamas», explica. Los dos hermanos consiguieron avanzar «uno o dos kilómetros» a través del fuego y, milagrosamente, salieron sanos y salvos.

En esa misma carretera también siguen conmocionados Luisilda Malheiro y su marido Eduardo Abreu, un agricultor de 62 años que todavía no se cree lo que acaba de vivir. Ellos están vivos, pero no saben nada de sus vecinos, a los que vieron huir de su pueblo, Pobrais. Abreu explica que la violencia de las llamas era algo «incomprensible» y consiguieron meterse en su tractor y su furgoneta y salir despavoridos. «Nuestra casa está todavía allí, pero lo hemos perdido todo, además de a nuestros animales», explica con lágrimas en los ojos. «Pudimos salvar dos cabras, pero teníamos pollos, conejos, patos… aún recuerdo los gritos de todos», narra, todavía en estado de shock.

Alrededor de 2.000 bomberos continúan este lunes luchando contra las llamas. Se espera que a lo largo de la mañana lleguen dos aviones más procedentes de España y medios de Francia para controlar la situación. «No tenemos previsión aplicable en esta situación; sinceramente no podemos decir cuándo pensamos que podría estar controlado», explicaba una fuente de Protección Civil a el diario EL MUNDO.

Aunque la Unión Europea ya ha activado el Mecanismo Especial de Protección Civil para enviar ayuda a Portugal, el primer país en responder fue España, que desplegó dos aviones apagafuegos del 43 Grupo del ejército del Aire, procedentes de la Base Aérea de Matacán, Salamanca, y la unidad del Ejército del Aire en Torrejón, respectivamente.

Con información de: GipuzkoaGaur y  El País