Ella se dio a la tarea de averiguar por su cuenta sobre su agresor, “pues esa cara la veo todos los días hasta con los ojos cerrados”, dijo la afectada
Regeneración, 3 de diciembre de 2017.- Esther Vivar de la Rosa, de 38 años de edad, fue violada sexualmente en su vivienda. Un mandato judicial le permitió buscar e identificar a su agresor en la lista nominal del Instituto Nacional Electoral (INE), después de esto lo buscó en redes sociales hasta que dio con su dirección. Por esta razón, amplió su denuncia penal ante las autoridades y logró que se le girara una orden de aprehensión, pero ya han pasado un año y 10 meses de ese hecho, y el caso sigue impune y ella sigue exigiendo justicia.
“Llegué (a casa) después de las 12:15 horas para hacer el aseo y quitar los arreglos navideños, pues ya era 4 de febrero (de 2016), y quise comenzar con tender mi cama porque salí temprano a dejar a mis hijos a sus respectivas escuelas e hice otras cosas, me tiré boca abajo sobre el colchón para empezar a arreglar la sábana cuando veo un par de zapatos tipo botas de color café, me quise incorporar para ver quién era y me sujeta con fuerza del cuello con la intención de asfixiarme”.
“Seguía yo bocabajo, mi mano izquierda me la doblaba y al mismo tiempo me apretaba del cuello, no opuse resistencia, me sorprendió y no podía ni hablar. Por unos segundos dejó de presionarme y aproveché para empujarlo, y cuando lo tuve de frente, lo pude ver; le pedí que me dejara, que no me hiciera daño”, así lo cuenta la mujer.
Pero el sujeto tomó del cabello a Esther, quien mide 1.49 metros, y «comenzó a golpearme con el puño con mucha fuerza, estaba yo de pie, mientras le seguía pidiendo que me soltara, después de eso ya no supe más, me desvanecí. Ya inconsciente abusó de mí», agrega. Su agresor le hizo heridas con arma punzocortante en el cuello, ojos y una parte del pecho. Creo que me dio por muerta.
El más pequeño de sus hijos llegó de la escuela a las 6:30 de la tarde y vio el cuerpo inconsciente de su mamá en un charco de sangre. Bajó rápidamente del tercer piso hacia la calle Río Blanco, en la colonia Ampliación Vicente Villada, en busca de ayuda. Los minutos se le hicieron eternos hasta que vio pasar una patrulla, a cuyos tripulantes pidió auxilio.
Tras lo ocurrido una ambulancia de la Cruz Roja la atendió, mientras los vehículos policiacos 124 y 125 y seis motociclistas, en los que viajaban 10 oficiales en total, realizaron la primera inspección en el lugar de la agresión y se retiraron sin que llegaran agentes ministeriales, sin acordonar ni poner vigilancia. Eso permitió el pillaje en su casa.
A las 9:30 de la noche una vecina vio a una mujer «saliendo de mi casa con una televisión». Después descubrió que le robaron más objetos, entre ellos su estéreo, su refrigerador y otros electrodomésticos. «También las cadenitas de mis hijos de su primera comunión».
Malherida, fue trasladada al hospital de la Cruz Roja de La Perla, donde la hospitalizaron dos días y tres noches. Por fortuna salvé la vida, pero me resultó difícil económicamente, pues el traslado y la intervención quirúrgica costaron 10 mil 800 pesos, más 8 mil 400 por el tiempo en recuperación.
En la agencia del Ministerio Público de La Perla no iniciaron la denuncia que solicitaron sus familiares, pese a llevar imágenes de los hechos y de la víctima, por lo que Esther tuvo que recurrir a la visitaduría general con sede en Nezahualcóyotl de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) y mediante la recomendación 12/16, el 26 de febrero de 2016 un agente del Ministerio Público la visitó en su domicilio para iniciar la denuncia.
En esa ocasión, dijo, no fue configurado el delito de violación y tuvo que recurrir, el 18 de marzo, a la agencia del Ministerio Público de Chalco, donde la canalizaron a la Unidad de Atención a las Víctimas del Delito en el municipio de Amecameca, donde especialistas confirmaron la violación.
El 4 de noviembre de 2016, la visitaduría general de la Codhem emitió la recomendación 12/16, dirigida a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado de México, en la que sugería inscribir a Vivar de la Rosa en el Registro Estatal de Víctimas. El 24 de noviembre se le notificó, en el oficio 202R10010/126/2016, que ya fue inscrita en dicho registro, y que «se le dará continuidad a los servicios».
ENCUENTRA A SU VIOLADOR POR FACEBOOK
Ante «la negligencia de las autoridades», Esther se dio a la tarea de averiguar por su cuenta sobre su agresor, pues «esa cara la veo todos los días hasta con los ojos cerrados».
Con una orden judicial de por medio, en el padrón de votantes del Instituto Nacional Electoral pudo localizar a su presunto violador, Jorge Robles Vázquez, y posteriormente lo identificó en su cuenta de Facebook.
Desde el inicio de su denuncia proporcionó a los agentes ministeriales la ropa que llevaba al momento de la violación, así como fotografías de su agresor, las cuales se han ido desapareciendo por las autoridades.
En lo que va de sus pesquisas ha descubierto que su presunto violador está casado, tiene una hija y vive en la zona norte de Nezahualcóyotl, según su cuenta de Facebook, que ya fue cancelada. Lo recuerda alto, delgado, con bigote, orejas respin- gadas y cabello quebrado.
El pasado 10 de mayo se le informó que se emitió una orden de aprehensión contra su presunto agresor por el delito de violación, contenido en el expediente 33258087116, perol hasta la fecha no hay nada.
Vía: La Jornada