Los atletas que supuestamente fueron asaltados en Río, en realidad se enfrentaron con agentes de seguridad porque provocaron daños que luego se negaron a pagar.
Regeneración, 19 de agosto de 2016.- Rayn Lochte, James Feigen, Gunnar Bentz y Jack Conger, los nadadores del equipo estadounidense que supuestamente fueron asaltados, en realidad se enfrentaron con agentes de seguridad en una gasolinera de Barra de Tijuca, cerca de la Villa Olímpica luego de que provocaran daños y se negaran a pagar.
Esa noche, los atletas salieron a celebrar la medalla de oro de Lochte, se detuvieron en una gasolinera, pero estando ahí, lo vandalizaron: rompieron espejos, jaboneras, un cartel de publicidad y los botes de basura.
Según en jefe de la policía Civil, Fernando Veloso, los deportistas estaban alterados, ebrios y se negaron a para los daños causados, lo que obligó a los agentes a intervenir.
Uno de los agentes apuntó a los chicos con la pistola para evitar que ellos se fueran sin abonar el dinero por los daños causados.
“Desafortunadamente, los nadadores contaron una mentira tras otra”, dijo un policía a The New York Times.
Por los hechos, Ryan Lochte ya se disculó y aclaró que ni a él ni a sus otros tres compañeros los robaron.
“Lo que la policía puede confirmar es que no hubo ningún robo como fue reportado inicialmente por los atletas. No fueron víctimas de una acción criminal”, dijo Veloso.
La historia narrada por el jefe de policía se basa en lo que mostraron las imágenes de las cámaras de la estación de gasolina y de la Villa Olímpica; además de las versiones de los atletas Conger y Bentz, los empleados de la gasolinera, dos mujeres y un taxista.
Los deportistas ya volvieron a su país pues las autoridades brasileñas decidieron devolverles sus pasaportes.
En tanto, Mario Andrada, portavoz de los Juegos dijo que no se necesitaban las disculpas de Lochte o de otros países: «A veces se hacen cosas que más tarde se lamentan (…) Se divirtieron, cometieron un error… Es parte de la vida».
Con información de Univisión y El Mundo