Antonio Gershenson
Ya bastante daño causaron los gobiernos derechistas pulverizando a la industria eléctrica y haciendo negocios y corrupción. Necesitamos proyectos de alto alcance, en manos de la nación y que resuelvan los problemas mayores.
Ha habido problemas con la intención de usar en el área de control central plantas de gas natural, ciclo combinado, como se ha hecho en otros lados. Además de los problemas generales, están las pérdidas derivadas de la altura de más de 2000 metros sobre el nivel del mar, y la temperatura (pérdidas de 20 a 25 por ciento), y otro 10 por ciento por el nitrógeno en el gas.
Se trae electricidad de áreas lejanas, resultado de décadas de no construir plantas en la región, y eso nos da un sistema inestable, con riesgo permanente de colapso de voltaje en la zona. Y más si se usa mayoritariamente gas en más de 2000 metros de altura.
Una de las alternativas es el uso de plantas muy eficientes, con combustóleo desulfurado, con la caldera trabajando a más de 600 grados centígrados, y con una presión ultra supercrítica. Estas plantas no se han instalado en este país. Lo más rápida que ha sido su instalación ha sido de unos dos años.
Una segunda solución la constituyen plantas pequeñas, de unos 30 megavatios, conectadas a cada subestación y con un sistema de control. Éstas se pueden instalar más rápidamente y resolver problemas. Serían unas 50 plantas, operarían a tensión media (23 KV) y estarían cerca de los sistemas que pueden deberse arreglar.
Un antecedente es de Luz y Fuerza del Centro en 2005: quería instalar 20 pequeñas plantas, cada una asociada a una subestación, de turbina de gas (que se pueden prender y apagar fácil, pero gastan mucho gas). Sólo operaron 12 unidades. La principal ventaja observada era la cercanía al lugar del problema.
Estas pequeñas plantas tienen más ventajas si usamos motor diesel para impulsar el generador, porque se instalan más rápido, porque son más eficientes y porque podemos usar combustible diesel desulfurado en vez de gas natural. La fabricante Hyunday reporta que una planta de este tipo ubicada en Puerto Príncipe no tuvo daños con el terremoto, y que era la única planta en pie después del mismo.
Hubo en el Distrito Federal una planta de motor diesel, en Tacubaya, pero los que querían plantas de gas la cerraron, con descontento de la población local.
Luz y Fuerza describe este antecedente científico y técnico:
“Se entiende por generación distribuida (GD) a todas aquellas tecnologías de sistemas de generación que producen electricidad en o cercanas al lugar de su servicio, ya sea cogeneración, motor, sistemas de energía renovables, incluyendo el uso de gas o calor.
“La GD es una modalidad reciente de cada vez mayor aplicación mundial en grandes urbes con insuficiencia de generación cercana.
Se estima que en la actualidad la GD participa con 7 por ciento de la generación eléctrica mundial y su tendencia es creciente. La generación distribuida se da por definición en plantas más pequeñas.
En el proyecto que nos ocupa, consiste en turbinas o motores alimentados con capacidad de 32 MW y transformación a 23 KV para su interconexión directa en la red de distribución con operación remota centralizada.
Mejora el soporte de voltaje, tiene menores tiempos para la ejecución y puesta en operación de los proyectos, reduce pérdidas técnicas.
Una tercera solución, que puede tardar más pero tiene más alcance, es la construcción de un gran número de generadores de viento en La Ventosa, interconectados con las hidroeléctricas que ya existen, sobre todo en el río Grijalva. Ambas formas de generación se complementan.
Las tres soluciones son complementarias entre sí.
Para evitar los problemas de falta de estabilidad que se han dado con las líneas de transmisión que vienen de lugares lejanos, que en este caso sería el suroeste, es necesario usar líneas de transmisión de súper alto voltaje, 800 KV, de corriente continua. Estas líneas no las hay en México, como tampoco hay algunos tipos mencionados de plantas, pero sí, por ejemplo, en países del llamado primer mundo o en China. Estas líneas son muy eficientes y muy estables (ejemplos: Siemens y ABB).
La política de importaciones crecientes, de gas o también de carbón, debe ser sustituida por la generación propia, con agua, viento, geotermia y combustibles nacionales.
Esto debe ser complementado por el cumplimiento de la Constitución, y por un servicio de calidad para los consumidores.