Regeneración, 20 de mayo del 2015 (apro-cimac).- Aún sin conocer el acuerdo entre el gobierno de Guerrero y la Secretaría de Gobernación (Segob) para su eventual traslado al Centro Federal de Readaptación Social de Tepepan en esta ciudad, la excomandanta de la Policía Comunitaria de Olinalá, Guerrero, Nestora Salgado García, cumplió 15 días en huelga de hambre –en protesta por su injusto encarcelamiento– y a pesar del grave deterioro en su salud.
Leonel Rivero, abogado de la activista, informó que hoy se hicieron los trámites pertinentes ante el Juzgado Primero y Segundo de lo Penal, con sede en Tlapa, Guerrero, para formalizar la petición de reubicación de Nestora –recluida desde agosto de 2013 en el Centro Federal Femenil Noroeste, en Tepic, Nayarit– y acelerar el procedimiento que, espera, se concrete esta misma semana.
El defensor precisó que hasta hoy Salgado García continúa en huelga de hambre y señaló que sus abogados y su familia aún no se comunican con ella para avisarle del acuerdo de traslado. Sin embargo, explicó que las autoridades del penal de Tepic tienen más facilidades para notificarle del compromiso de las autoridades.
Ayer, el gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, y el subsecretario de Derechos Humanos de la Segob, Roberto Campa Cifrián, firmaron un acuerdo para reubicar a Nestora en un penal del fuero común.
Al respecto, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) se pronunció hoy a favor del traslado de la excomandanta de la Policía Comunitaria. El organismo solicitó al subsecretario de Derechos Humanos y al comisionado de Prevención y Readaptación Social, Juan Ignacio Hernández Mora, ambos de la Segob, brindarle atención médica y que se le permita comunicarse con su familia radicada en Estados Unidos.
En un comunicado, la CNDH afirmó que tras el análisis de los antecedentes y evidencias que se allegó durante su investigación, consideró que existen elementos suficientes que acreditan violaciones a los derechos humanos de Nestora Salgado.
Aunque la CNDH apenas se pronunció al respecto, la familia de la activista ha denunciado las pésimas condiciones de reclusión en las que vive la activista desde agosto de 2013, cuando fue detenida en Guerrero durante un operativo del Ejército, Marina y policía estatal.
Cleotilde Salgado, hermana de Nestora, relató a esta agencia que el solo hecho de que la activista esté recluida en un penal federal de Nayarit implica el alejamiento de su familia, ya que una parte vive en Guerrero y la otra en Estados Unidos.
Para Cleotilde, visitar a su hermana recluida a más de mil kilómetros de Guerrero le implica desembolsar unos cuatro mil pesos en trasporte para salir de su estado, llegar a la Ciudad de México y, de allí, trasladarse a Nayarit; prácticamente un día de viaje para ver a su hermana sólo por cuatro horas.
Nestora Salgado tiene tres hijas: Saira, Rubí y Griasel, pero esta última no puede visitarla porque no tiene la autorización de las autoridades penitenciarias para ingresar a la cárcel, mientras que las otras dos tienen que hacer el largo viaje para llegar al penal cada 13 días, en caso de poder hacerlo con esa frecuencia.
Y no sólo eso, como es un penal de máxima seguridad, Nestora no puede recibir nada de su familia, incluso un libro tiene que pasar por la oficina de Trabajo Social y sólo un mes después podrá llegar a manos de la activista. Sin embargo, a decir de Cleotilde esto no se considera a la hora de analizar su situación de reclusión.
Además, se suman las complicaciones de salud de la activista, ya que padece gastritis y una neuropatía en las cervicales que le provoca adormecimiento en las extremidades, además del cansancio y la debilidad por no ingerir alimentos, sólo bebe agua, desde el pasado 5 de mayo cuando inició su ayuno de protesta.
La familia y sus abogados esperan la reubicación de Nestora Salgado, pero afirmaron que la petición central es su liberación y exoneración de las tres acusaciones de privación ilegal de la libertad, en su modalidad de secuestro, ya que el proceso penal aún continúa.
Nestora fue acusada de delincuencia organizada y privación ilegal de la libertad. Y aunque ya fue exonerada del primer delito aún enfrenta tres acusaciones por secuestro.