Regeneración, 1 de diciembre de 2015.- Hailey Fort vive en Washington, tiene 9 años y tenía solamente cinco cuando decidió que quería hacer algo por los vagabundos que veía en la calle. No entendía que pudiera haber alguien que no tuviera un lugar para dormir así que preguntó a sus padres si podría haber algo qué hacer para ayudarlo.
En los últimos cuatro años se ha dedicado a ello, (con ayuda de sus padres). Así aprendió a construir refugios muy sencillos que, aunque no lo crean, construye con sus propias manos (también con la ayuda de sus padres). Ya ha construido varios y planea que al finalizar este año puedan ser al menos 12.
El primero beneficiario tuvo que cumplir con algunos criterios específicos para asegurarse de que el proyecto fuera buena idea, y luego de algunas pláticas con gente de la ciudad se consiguió diseñar la forma de proveer de refugios sin causar un problema.
Otro de los proyectos de Hailey es cultivar frutas y verduras para los vagabundos. Ya ha cultivado y entregado unos 50 kilos de vegetales, según su última publicación en Facebook.
Su madre dice que Hailey considera a los vagabundos como amigos y que eso es lo que la impulsa a continuar con su proyecto. “Le decimos continuamente a Hailey que puede dejar de hacerlo cuando ella quiera pero sigue adelante porque le apasiona. Creo que tiene mucho que ver con que se plantea metas muy altas y la emoción que obtiene al alcanzarlas.”
Junto con los 12 refugios y cientos de libras de comida, Hailey dirige colectas de abrigos (una la está llevando a cabo ahora), y también lleva baños móviles al área donde hay vagabundos. Su página en GofundMe ha reunido al menos unos 45 mil dólares hasta ahora, superando por mucho su meta de mil dólares y dándonos a todos esperanza en la bondad humana.
Cada refugio cuesta alrededor de $300 dólares cada uno. El costo es bajo gracias a la generosidad de la comunidad y porque se construyen con estructuras de “pallets” o cajas de estibar, así como con material reciclado. Las casas pequeñas tienen cortinas, recubrimientos, paredes térmicas, piso de vinil, iluminación con energía solar y un mecanismo para cerrarla.