Las utopías no se construyen en el escritorio, no son ideas, sino obras, acciones prácticas, expresó Armando Bartra, autor de La utopía posible.
México en vilo: de la crisis del autoritarismo a la crisis de la democracia (2000-2008), libro publicado por La Jornada Ediciones, el cual fue presentado el domingo pasado en el auditorio Bernardo Quintana, en el cierre de la versión 32 de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.
En este momento, continuó, “hay que reforzar y profundizar la conciencia que existe en este país de que estamos en un riesgo inminente, ante un barranco y si seguimos por el camino por el que vamos, el regreso no va a existir. Estamos en un punto de no regreso y esto es terriblemente grave, hay una decadencia económica, social, política y moral. Necesitamos parar esto y pararlo significa aceptar, entender que hay otro camino posible que une muchas ideas, muchos protagonistas muy diversos, pero que unificados den el planteamiento de que hay una necesidad de cambio y que éste es necesario. Cualquier cosa diferente en este momento es confusión”.
En nombre de La Jornada, Pedro Miguel dijo que éste es “un libro antídoto contra el antiteorismo que ha proliferado en muchos sectores de la sociedad, los cuales desprecian la labor de los teóricos”, a cambio de la acción. Este libro “me reconcilia y me concilia con el quehacer del teórico, porque ese quehacer permite la comprensión de los asuntos frente a los cuales estamos. Da, además, una serie de claves ante la tarea que espera como ciudadanas y ciudadanos, afectadas y afectados, por algo que Armando define como un régimen que explota inmoderadamente a los de adentro y comete genocidio contra los de la periferia, los de afuera”.
El cambio que se necesita emprender “no es un berrinche ni un capricho”, porque “nos va la vida en ello”. Bartra, “para hablar de este cambio, recurre al oxímoron aparente de la utopía posible”, señaló Pedro Miguel.
“La primera gran tarea de este libro es decirnos que la utopía sí es posible, que ese cambio sí se puede llevar a cabo. Armando lo desgrana y da muchos detalles de cómo se puede lograr.”
La utopía posible analiza un periodo específico, es decir, “la transición de Zedillo a Fox y un momento en la vida del calderonato. En 2000 muchos nos imaginamos que se nos abría a la democracia. Pero, igualito al PRI hacen fraude en 2006, igualito al PRI recurren a las corporaciones más podridas para mantener el control político, igualito al PRI recurren a la represión de luchadores sociales.
“Mi reflexión al leer el libro fue como una continuación del título. Me quedé con ganas de más adjetivos para esta utopía que todos deseamos intensamente. No sólo es posible, también es necesaria, es urgente, aunque Armando descrea de los cambios rápidos. Nos urge a todos empezarlo esta misma tarde con buen rumbo, buena dirección, con buen sentido y buen espíritu.”
Por las afinidades
Claudio Albertani, profesor de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), indicó que el libro de Armando Bartra recopila ensayos escritos “a lo largo de una década de balance incierto para los que reivindicamos la causa de la emancipación humana. Son los años de máximo auge del neozapatismo (la ‘marcha del color de la tierra’ en 2001), pero también del fracaso de la Otra campaña (2006-actualidad); de la APPO (extrañamente ausente del análisis y mencionada una sola vez con el nombre equivocado de ‘Alianza Popular de los Pueblos de Oaxaca’) y la desobediencia civil, pero también de la militarización, los feminicidios y los principios de la absurda guerra del narco que ahora nos agobia a todos”.
El hilo conductor es “la reflexión sobre la acción política, misma que según el autor oscila permanentemente entre una izquierda parlamentaria y posibilista encarnada en el PRD, que, nos dice el autor, ‘gobierna millones de compatriotas’; una izquierda antisistémica y utópica animada por el neozapatismo, y una izquierda social materializada en gremios y organismos civiles, que promueve frentes populares, convergencias, redes, campañas. Son universos alejados, cuando no encontrados, pero Bartra apuesta a las afinidades”.
Albertani aprovechó para denunciar los atropellos de tipo laboral contra el sindicato de la UACM. El más reciente “es la cancelación arbitraria del plazo de 20 días hábiles que el 28 de febrero pasado solicitamos ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje para seguir la negociación de nuestro pliego petitorio. Este acto absurdo e inexplicable coloca al gobierno de Ebrard en el mismo plano del gobierno federal y nos empuja a una huelga que no queremos”. Al terminar, varios de los presentes mostraron carteles alusivos.
{jcomments on}