Salvador Rangel Mendoza, Obispo de Chilpancingo-Chilapa afirmó que las mujeres asesinadas en Guerrero «no andaban precisamente en misa» y participaban «en narcotráfico, en la prostitución»
Regeneración, 22 de octubre de 2018. Salvador Rangel Mendoza, obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Guerrero, calificó a las mujeres asesinadas en la entidad como prostitutas y criminales, y que esas eran las razones por las que fueron asesinadas.
El obispo no se refirió a algún caso en particular y, sin pruebas que fundamentaran su afirmación, dijo que las víctimas «están de halconas, están en la prostitución o están en otras cosas y las asesinan».
El pasado miércoles 17, señala Proceso, Rangel Mendoza había dicho, con ironía, que las víctimas femeninas de homicidio «no andaban precisamente en misa».
Cuando se le cuestionó sobre lo anterior, el religioso matizó su opinión. «De ninguna manera quiere decir que todas tienen que venir a misa, sino que era un modo de decir que están en el lugar incorrecto, pero yo apoyo a las mujeres y estamos en contra de los feminicidios», dijo durante una marcha de feligreses católicos contra el aborto.
Ante la ola de crímenes de odio contra mujeres que inició desde enero, el propio fiscal de Guerrero, Xaviel Olea Peláez, dijo que no se deben a razones de género, sino a su participación en el crimen organizado.
Proceso señala que la mañana del pasado domingo, familiares y amigos de mujeres desaparecidas protestaron una vez más en el puerto de Acapulco.
Las manifestantes se reunieron por la mañana en la glorieta de La Diana Cazadora, sobre la avenida Costera Miguel Alemán y exigieron un alto a la violencia de género en Acapulco.
Una de las personas que participaron, familiar de una joven, Paola, desaparecida desde el 4 de septiembre, señaló que las autoridades son partícipes de estos crímenes al actuar con negligencia:
«Lo más lamentable es que te dicen ‘se fue con su novio’ o ‘huyó con alguien’. Por favor mi hermana tenía una hija como para irse y dejarla».