La complejidad del mundo se hace chiquitita, Como tú en aquel café, Como mi ser en aquel recuerdo
Por Jorge Ramón Pino Bocanegra
La primera vez que la vi a los ojos
Que degusté sus iris
Que me asomé por esa puertita de su alma
Fue en un Sanborns,
Y sentí desde ese instante su ternura acida
Agachaba la cabeza buscando descifrarme
Y yo, hacía muecas, jugueteando,
En su mirada sólo vi el rostro de la timidez
Honestamente, no creo que ese día en sus pupilas
Haya visto más allá de lo visible
La metafísica mística de la mujer
Dulcemente se hacía chiquita
Torcía el cuello para abajo
Buscando tal vez razones y explicaciones empiristas en el piso.
Pasaron los días y los meses
Y los años.
Si tan sólo supiera la cantidad de fracasos
De lágrimas desperdiciadas que tiré en el abismo
El cúmulo de heridas que me hice en ese tiempo
Probablemente entendería porque la traté
De esa manera tan seca y cruel
La segunda vez que nos cruzamos.
Y volví a desaparecer, a cambiar mi cara
A mutilar mis sueños
A soñar maldiciones
A cantar nostalgias violentas
Y sinceramente la imaginé retornando
Esos ojos me seguían deconstruyendo el alma
Esa culpa de nunca conocerla me seguía persiguiendo
Esa magia silenciada que brotaba al mirarnos
Ese sentimiento de calma que sentía mi cuerpo
Al destruir nuestras visiones
Y regurgitaba de vez en cuando el deseo de volverla a ver
Pensando resignado que no la volvería a ver nunca.
Y la casualidad del destino
Suerte compasiva
Me mandó aquellos ojos nuevamente.
Me regresó otra vez
A los santuarios de su espíritu
Observando aquellas manos finas
Escribiendo literatura reducida
y guardé sus flores en la billetera
Y sus palabras, elixir de mis poemas en el corazón
Mis esperanzas florecieron
Como noche buenas en invierno.
Ahora el azar
Causalidad de errores y decisiones equivocas
Me tiene aquí mirándola de nuevo
Sin embargo, no fue ella la que torció el cuello
Y buscó razones en el suelo
Ella ahora no se hizo pequeñita,
La timidez ya no llevaba su nombre.
Era un hombre, probablemente todos
Probablemente yo
Que intentaba guardar aquella sonrisa
Aquella voz
Aquel recuerdo
Y con una sonrisa delimitó mis ambiciones, me ingresó al psiquiatra
Coctel de medicinas son sus labios
Efectos secundarios son mis palabras tartamudas
Metáforas, lenguas barridas en la oscuridad
Y con una mirada
Sentenció un tatuaje, una marca
Distintivo de la transvaloración de los sentimientos
Y con una canto,
Una danza
Me sentó en aquel Sanborns
Otra vez
A entremezclar nuestras ideas
Reavivó aquel pasado
Donde no hablamos
Pero tal vez si nos conocíamos.
Ontología de tu mirada
Neocolonialismo de mi mente
Despojo, la manera que saqueaste mi alma
Hegemonía. Control total de mi voluntad/Dependencia tercermundista
Mujer de alas heridas
Me sumergiste en la más bella de las depresiones
Las quimeras del amor imposible
La utopía de los sueños rotos
Invocando tus pupilas caí en contradicción
Soy y no soy al mismo tiempo
Interpretando tus palabras
Llegué a las conclusiones de siempre
Epistemología de los repetidos clichés
La complejidad del mundo se hace chiquitita
Como tú en aquel café
Como mi ser en aquel recuerdo.