Por Aquetzali Gómez Márquez
Ayer en el Congreso del estado de Hidalgo los integrantes de la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales aprobaron el dictamen a favor de la interrupción legal del embarazo hasta las doce semanas. A este movimiento jurídico y de legislación generalmente se le conoce como despenalización del aborto (La Jornada, Montoya, 2021.
Esta circunstancia devuelve a la mesa de debates en la opinión pública la interrupción legal del embarazo y facilita la oportunidad de que ahora sí en el pleno del Congreso se apruebe.
A simple vista pareciera que en esta ocasión por fin las fuerzas progresistas se alinearon, pero recordemos que en el Congreso estatal el predominio del Grupo Universidad sigue en boga. No es una concesión de sus posiciones generalmente encontradas con las propuestas que provienen de la cuarta transformación, algunos dirían que se hacen pasar por corderitos cuando son lobos. En ese sentido, se dice que a los diputados del grupo universidad no les importan los derechos humanos, ni la salud, ni los derechos de las mujeres (asuntos en disputa en el tema recientemente votado en la Comisión de Legislación) pues intercambiaron su voto a favor de la despenalización del aborto por el apoyo legislativo de su bancada y grupo político por el apoyo a las peleas de gallos, negociando también el respaldo para llevar al frente de la bancada al Grupo Universidad.
A pesar de los bandazos ideológicos del Grupo Universidad, castigado por las recientes noticias sobre la mafia que sigue gobernando la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, también hay diversidad de grupos y personajes que han apoyado la iniciativa, pero también que le han puesto el pie.
Por una parte tenemos organizaciones conservadoras añejas como la Unión de Padres de Familia, Frente Nacional por la Familia, las y los pañuelos azules, el regidor de Tizayuca Ernesto Giovanni González, el sacerdote José Osvaldo Martínez Roldán, quienes se presentan ante sus representados y simpatizantes como progresistas y coadyuvantes del progreso pero que en realidad fungen como caciques inhibidores de derechos.
Por otra parte tenemos fracciones progesistas como la Secretaría de Mujeres morenista de Hidalgo, Católicas por el derecho a decidir, GIRE, el colectivo Elisa Acuña y la Marea Verde, quienes con mucho esfuerzo han discutido a capa y espada la necesidad de la aprobación por razones de derechos humanos.
Hoy finalmente después de tanto esfuerzo de organización y discusión, no de Grupo Universidad y sus ecuaces, sino de la sociedad, actores aliados y aliadas con 16 votos a favor, una abstención de 28 representantes presentes, quedó aprobado el dictamen de Interrupción Legal del Embarazo.
Se espera un respaldo menos enclenque por parte de los morenistas para poder llevar esta iniciativa aprobada al mejor puerto. Es decir, dotar de infraestructura necesaria a las clínicas y sitios de atención de salud habilitados para tales fines
Quedaría pendiente en la infraestructura castigada del estado respecto a salud que la federación y el gobernador del estado respalden esta decisión que aportará sobre todo en términos de salud. Que la administración estatal cierre sus responsabilidades que están a punto de turrón, o a punto del término.