#Opinión: ‘Las Vomits’ de la Dark web | Relatos de Pesadilla

¿Conoces la Dark web? En un relato más de pesadilla te contaré de qué se trata este buscador y la clase de personas que generan su contenido, entre ellas Las Vomits, tres chicas que tocan en una banda de punk y tienen una lista macabra de asesinatos.

¿Conoces la Dark web? En un relato más de pesadilla te contaré de qué se trata y la clase de personas que generan su contenido, entre ellas Las Vomits.
Fotos: Especiales

Por Luis Orlando Montane

RegeneraciónMx, 23 de marzo de 2022.- Mi nombre es Dominic, pero todos me dicen ‘Airhead Morgan’. Soy músico especializado en la batería y he tocado para bandas del género punk. He vivido tantas experiencias hardcore que no le temo nada. Sin embargo, mi vida cambió cuando llegaron ellas: una banda de chicas punk de nombre Las Vomits, originarias de la República Checa y que eran las reinas de la Dark Web.

La verdad nunca había escuchado de ellas. pero al verlas me di cuenta de que son hermosas, muy atractivas. Son tres hermanas: la mayor es la vocalista y las otras dos son gemelas, una toca el bajo y la otra la guitarra. No tienen baterista, así que cuando llegaron a Estados Unidos, a Nueva York para ser exactos, lanzaron una convocatoria para contratar a uno. Obvio que todos nos peleamos, pero afortunadamente yo fui el vencedor.

La siguiente víctima

La noticia la recibí un viernes, así que celebré con alcohol y drogas. Luego me puse a investigar en Google sobre ellas para conocerlas mejor, pero lo extraño es que no existía nada en internet. Busqué en Yahoo, Bing, DuckDuckGo y ¡nada! Bueno, tendré que esperar hasta el lunes que firme el contrato.

Al llegar el lunes, tocaron a mi puerta. Era el manager de la banda, un británico de unos 50 años, trajeado como abogado o empresario. Me llevó a un tour con la banda antes de firmar. Llegamos a una casa sencilla que habían rentado en Nueva York y ahí me presentaron a Las Vomits. Hermosas y muy sexis me saludaron con abrazo y un beso. Quise platicar con ellas pero no hablaban inglés.

Ahí me enteré que solo se aprendían las canciones que tenían que tocar. Así que empezaron a ensayar mientras el manager me llevaba a conocer la casa, el autobús y todo lo referente a mi contrato. Aproveché para preguntarle por qué no había información sobre ellas en Google ni en las redes sociales; él me contestó que sólo podía encontrar información de la banda en la Dark web.

Su respuesta me pareció hardcore, ya que yo navego en esa plataforma y compro todo tipo de cosas ‘sucias’. Yo no le temo nada, incluso he cometido cosas que podrían llevarme a la cárcel. Puedo decir que nada me asusta, que estas chicas son hermosas y si tengo que matar para quedarme en esta banda lo haré.

Unos minutos después, el manager me dijo cuál sería mi sueldo. Me di cuenta que no era mucho dinero, pero yo sé que en el mundo punk no se conoce por ser lujoso. Al contrario, en realidad muchas veces duermes en un garaje o en el camión de la banda. Entonces, me dijo que no tenía que preocuparme por la comida ni gastos en el tour ya que Las Vomits cubrirían todo, hasta la cerveza y las drogas.

Después, me mostró las recámaras del lugar. Me extrañó, porque era una casa de tres cuartos y lo primero que le pregunté al manager era en dónde iba dormir yo. Digo, no soy exigente, pero al menos quería una cama. Él me contestó que “uno de los beneficios del baterista es que cada noche él podría dormir con las integrantes de Las Vomits. Sí, en sus cuartos y disfrutar de los placeres sexuales que ellas felizmente compartirán. Es una de las razones por la cual la paga no es jugosa“.

La dark web

Una noche, antes de que formalizara mi contrato, podía pasar la última noche con los tres para tener una orgía. Sin pensarlo, firmé. Luego quise ir a ensayar con ellas porque, aunque no hablemos el mismo idioma, en la música es el mismo. Después de ensayar escogí pasar la noche con la vocalista. ¡Es una diosa en la cama!

Al despertar me di cuenta que las tres salieron a correr, así que aproveché para investigar sobre la banda en mi laptop y busqué al grupo en la Dark web como Las Vomits. Salió su página y me quedé sorprendido de la cantidad de seguidores que tenían: más de 1 millón. Me llamó la atención que cobraban 20 dólares por cada video de sus álbumes.

Decía que las tres integrantes de la banda eran hijas de una bruja muy cotizada en la República Checa y habían heredado su belleza. Hace 10 años, cuando la mayor tenía 20 años y las gemelas 17, Las Vomits iniciaron su primera producción en su país natal y, dos años después, hicieron su segunda producción en Londres, luego otra en París y ahora harían una en Nueva York.

Cuando quise ver más, la página me pidió información de mi tarjeta de crédito. La ingresé y pude entrar a la Dark Web. Mencionaba el historial de los exbateristas de la banda y decía que las tres chicas habían quedado embarazadas de ellos. Eso me gustó mucho. También había información sobre las letras de sus canciones, las cuales hablan de lo común en una banda de punk: sexo, drogas, rock, política, descomposición social, masoquismo, terror. Pero, me extrañó que no decía la razón por la cual Las Vomits cambiaban de baterista en cada producción.

¿Conoces la Dark web? En un relato más de pesadilla te contaré de qué se trata y la clase de personas que generan su contenido, entre ellas Las Vomits.

Cuando quise ingresar a ver los videos sólo me dejaba ver cinco de cada álbum, lo que me pareció muy extraño. Los videos eran muy gráficos, grotescos, muy hardcore. Al final de cada video, las tres chicas vomitaban algo fétido y color rojo, amarillo o verde. Y de la vomitada salían ojos, uñas, orejas, cucarachas, gusanos. Eran videos filmados durante rituales satánicos, violaciones a mujeres y niños, entre asesinatos… Ese estilo me gustaba. Cada vez más me convencía que me tenía que quedar.

Pasaron los meses y yo disfruté cada noche sexo con ellas. Hicimos muchos shows y videos para la Dark web. El último día juntos nos la pasamos de fiesta, nos emborrachamos, nos drogamos y tuvimos una orgía de ensueño. Me perdí entre tanta sustancia tóxica hasta que, al recuperar mis sentidos, me di cuenta de que estaba amarrado como en el sadomasoquismo. A mi alrededor había látigos, palos, máscaras de piel, vibradores y todo ese tipo de objetos perversos.

Esto me estaba gustando más. Pero enfrente de mí había una mesa de merienda para tres personas con copas, platos, cubiertos y una vasija para poner carne. De repente, llegaron Las Vomits con cuchillos en mano y tomaron los tenedores de la mesa. Al mismo tiempo colocaron una laptop con los videos número seis que no me permitían ver en su página de la Dark web.

Por fin podría conocer a los tres exbateristas. Pero, cuando vi los videos los vi marrados de la misma manera en la que me tenían a mí. Luego ellas, con el cuchillo y los tenedores, le cortaban los pezones, los ojos, la nariz y tres dedos. La sangre se la bebían y se comían a los músicos.

De pronto, me di cuenta de que a mi lado izquierdo había una cámara filmando todo. Me dijeron que íbamos a producir el sexto video de nuestro álbum. Las tres se pusieron a tocar y cantar, pero de pronto empezaron a vomitar. Todo era un montaje. Los bateristas, en realidad, nunca estaban en los videos que se publicaban en la Dark web.

«Me encuentro en el tercer día amarrado aquí, mientras ellas me comen poco a poco, sólo me queda un ojo, los dedos de los pies y mi pene. Recuerdo que, al final del sexto video, ellas le cortaban los miembros viriles de los ex bateristas, con todo y los testículos. Después se los repartían y los vomitaban. Ahora te puedo decir que este tipo de hardcore no me gustó. ¡Auxilio!».

Sigue a Luis Orlando Montane en Twitter como @d_relatos