Por Ana María Vázquez
RegeneraciónMX.- Esta semana se anunció la reapertura del llamado Caso Colosio, uno de los más sucios y empantanados de que se tenga historia y por el que todos sabemos, se declaró como “asesino solitario” a Mario Aburto, quien aún permanece recluido.
Ha sido la periodista Laura Sánchez Ley la encargada de recabar las mejores pruebas de un caso que por lo dramático, muchos quisiéramos olvidar pero que, dada la naturaleza del mismo, jamás podrá borrarse de nuestra memoria.
Datos:
* Su jefe de campaña era Ernesto Zedillo y fue él quien le sugirió Lomas Taurinas para el lugar del mitin, aunque el resto del equipo lo veía improcedente, en caso de contingencia, sería (tal como fue), muy difícil evacuar al candidato.
*Ni Zedillo ni el estado mayor lo acompañaron, cosa inusual en un candidato priista.
*Hubo varios tiradores, alguno de ellos fue “sospechosamente asesinado” en un negocio local
*La escena fue inmediatamente contaminada, no hubo resguardo y mucho menos cadena de custodia.
*Tal como sucedió con Ayotzinapa, el cambio de fiscales en el caso se dio varias veces.
Será muy difícil llegar al fondo del asunto, aunque quizá, con este nuevo régimen, los testigos que aún permanecen con vida puedan hablar.
Mientras tanto, Mario Aburto sigue en prisión, en aislamiento, condenado por dichos de su novia, la única “testigo” declarante.
Tal vez tú como yo, también pienses que fue un crimen de estado, que la separación de días previos entre Colosio y Salinas, presidente en aquel entonces, fue conocida por todos y ratificada en el último discurso del candidato, tomado por cierto de las palabras originales de Martin Luther King “I have a dream”; “veo un México con hambre y sed de justicia…” muchos en aquellos años creímos que realmente el candidato proponía un cambio, para quien no lo vivió, era famoso el gobierno de Salinas por su intolerancia, así como por su derroche y venta de bienes nacionales. El neoliberalismo estaba en pleno.
Hoy, a tantos años de distancia, creo que fue un arreglo, un bulo creado para magnificar a un candidato y crear un falso cisma y un mártir en el partido que ya desde entonces venía muy deteriorado.
¿Quién lo mató y por qué? Son preguntas que vuelven a tener vigencia luego de 28 años, ahora, su hijo, hizo campaña bailando ridículamente en las esquinas y es actualmente presidente municipal de Monterrey no gracias al pueblo, sino a los industriales que sostienen al MC; ¿qué pasaría, si finalmente se descubre que la mano que apretó el gatillo fue ordenada por las altas jerarquías del momento, esas de las que ahora es taaan amigo el joven Colosio?.
¿Tendrá la dignidad y el honor de abandonarlos o será más jugosa la promesa de su candidatura a la presidencia de la república? No creo que gane dado el terrible antecedente que está dejando en el estado y luego de las “fallas técnicas” a las que achacó una transmisión en video en la que se le veía alcoholizado, difícilmente sería un contrincante de peso para cualquiera de Morena que pusieran enfrente, pero todo puede suceder.
Por ahora, la noticia de la investigación da una luz de esperanza de que no haya más impunidad y de que poco a poco vayamos limpiando el alma de nuestro querido país, tan destrozado por la ambición.
Lectura recomendada: Aburto, Testimonios desde Almoloya. Autora: Laura Sánchez Ley, editorial Randomhouse.
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