Conagua pretende legalizar el uso de agua para la fractura hidráulica o fracking en miles de pozos. Organizaciones exigen prohibir el fracking en nuestro país.
Regeneración, 27 de julio de 2017. El gobierno federal pretende legalizar el uso de agua para el fracking o fracturación hidráulica para extraer gas o petróleo no convencionales. Así garantizaría el acceso al vital líquido a las empresas que pretenden invertir en proyectos de exploración y extracción de gas en la cuenca de Burgos, advirtieron representantes de comunidades indígenas, organizaciones sociales y campesinas, así como especialistas e investigadores de instituciones de educación superior, al exigir su prohibición.
Casi en secreto, de manera disfrazada, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) aprobó Los Lineamientos para la Protección y Conservación de Aguas Nacionales en Actividades de Exploración y Extracción de Hidrocarburos en Yacimientos No Convencionales. Estas disposiciones están por ser publicadas en el Diario Oficial de la Federación.
Con el método de fracking cada pozo utiliza entre 9 y 29 millones de litros de agua que sería contaminada, además de la contaminación de químicos en el subsuelo, esta tecnología causaría daños irreparables, denunciaron integrantes de Agua para Todos, de la Alianza Mexicana contra el Fracking, del Campo es de Todos, de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Hace dos años la sociedad echó para atrás la reforma a la Ley Nacional de Aguas –conocida como ley Korenfeld, entonces titular de la Conagua– en la que además de pretender privatizar el líquido, legalizaba el uso del agua para el fracking.
Sin ninguna discusión pública, sin ningún informe sobre el impacto de ambienta, social y económico, particularmente en lo que se refiere a los daños a la salud y la contaminación de los mantos freáticos.
Ahora, dicha técnica para extraer hidrocarburos es reconocida en una regulación secundaria llamada Lineamientos para la protección y conservación de aguas nacionales en actividades de exploración y extracción de hidrocarburos en yacimientos no convencionales, emitidos por Conagua y actualmente en revisión en la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) para su próxima publicación en el Diario Oficial de la Federación, denunciaron Rogel del Rosal Valladares y Rosa Esther Peña, de la Alianza Mexicana contra el Fracking.
Acusaron al gobierno federal de facilitar la entrada de las petroleras, a costa de violar todos los derechos de las comunidades, como marca el Convenio 169 de la OIT y el artículo segundo de la Constitución Mexicana.
La doctora Helena Cotler Avalos, especialista en gestión integral de cuencas del Centro GEO, explicó que el marco regulatorio de la Conagua es inadecuado, como lo evidencia la grave contaminación de cuerpos de agua del país. “Añadir a este panorama una tecnología tan devastadora como lo es la fracturación hidráulica, se está condenando a las comunidades a graves violaciones a su derecho humanos al agua, a un ambiente sano y a la vida.
“Es necesario prohibir la fracturación hidráulica para asegurar el acceso sustentable al agua a futuro”, dijo la doctora Cotler.
Carlos Vargas Cabrera, hidrogeólogo y director del Centro de Sustentabilidad de la UAM y representante de Agua para Todos, afirmó que según los lineamientos de la Conagua, disponibles en el portal de la Cofemer, se espera la perforación de miles de pozos a varios kilómetros de profundidad y con perforación horizontal de un kilómetro y medio, cubriendo un área subterránea de 7 millones de metros2. La vida útil de un pozo en promedio es de 10 a 15 días, se inyectan hasta 29 millones de litros de agua con arena y más de 650 químicos, algunos altamente tóxicos para extraer el gas o el petróleo atrapado en las rocas que son fracturadas.
La Conagua misma, reconoce en los lineamientos el riesgo ambiental por el fracking: “Esta tecnología implica el riesgo de acentuar el uso competitivo por el agua… especialmente en las cuencas donde la disponibilidad es escasa o nula, así como el riesgo de que los aditivos químicos del fluido de fracturación hidráulica, los gases liberados durante la aplicación o la inapropiada disposición del afluente, así como el inadecuado manejo del de lodos que brotan del pozo, contaminen el agua de corrientes, acuíferos y cuerpos de agua.”
Carlos Vargas explicó que la ruptura y contaminación de formaciones geológicas afectará los flujos de aguas subterráneas irremediablemente. Para colmo, los lineamientos permiten a las empresas declarar el descubrimiento de nuevos acuíferos, aun en zonas de veda o de nula disponibilidad. Este concepto está fuera del marco legal vigente de la Ley de Aguas, aseguró.
Por su parte, el doctor Pedro Moctezuma Barragán, coordinador del Programa de Investigación Sierra Nevada de la UAM, expuso que hay países que han prohibido el fracking, como Francia, Austria, Republica Checa e Irlanda, así como regiones enteras de España e Italia, ciudades como Berlín y Nueva York. Se han documentado los daños a la salud y al medio ambiente y las universidades han jugado un papel importante en la información sobre los riesgos y el impacto de esa tecnología.
Moctezuma aseguró que las corporaciones energéticas que impulsan el fracking utilizan la infraestructura de las universidades públicas para sus propios intereses, a costa de la sustentabilidad y la soberanía de la nación. Informó que se impulsará una campaña “Universidades Libres de Fracking” para avanzar a un mundo post carbono.