Las medidas contra la inmigración fueron complejizadas por las órdenes ejecutivas que Donald Trump firmó hoy.
Regeneración, 25 de enero de 2017.– Trump firmó este miércoles dos órdenes ejecutivas más sobre inmigración, una es de seguridad en la frontera, que incluye la ampliación del muro y la creación de más espacios de detenció para los inmigrantes indocumentados; la segunda despojaría de fondos federales a las ciudades santuario en Estados Unidos.
Además, la orden implica la contración de unos 5 mil nuevos agentes fronterizos para entrar en funciones «tan pronto como sea viable», dijo Sean Spicer, vocero de la Casa Blanca.
También se prevé la creación de una oficna dentro del Departamento de Seguridad Nacional para investigar los crímenes cometidos por las personas indocumentadas; así como la asignación de oficiales para determinar casos de asilo y jueces de inmigración que puedan atender los casos en el propio dentro de detención.
«Crearemos más espacios de detención para los inmigrantes ilegales a lo largo de la frontera sur para hacer más sencillo y económicas sus detenciones y el regreso a sus países», detalló el vocero.
«Vamos a priorizar la persecución y deportación de inmigrantes indocumentados que también han violado nuestras leyes. Luego de que estos criminales pasen tiempo en prisión por los crímenes que cometieron, serán devueltos a sus países con un boleto solo de ida, y sus gobiernos tendrán que recibirlos».
Por si fuera poco, Trump revivirá el polémico programa llamado Comunidades Seguras que establece un sistema de cooperación automática entre las autoridades locales de seguridad y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
El programa consiste en una poderosa base de datos en la que los policías locales pueden obtener el estatus migratorio de cada persona al momento de su arresto. Si luego de la prueba se demostraba que la persona no tenía ni estatus migratorio ni antecedentes, se procedía a colocarlo en una lista de deportables.
Tampoco se permitirá la política de «catch and release», una política que reactivó Obama y que prohibía a los agentes fronterizos usar la discreción para detener y deportar inmediatamente a inmigrantes ilegales; haciendo que un juez de migración sea quien decida si la persona es susceptible de recibir asilo.
Según Spicer, una prioridad del gobierno de Trump es la reforma del sistema migratorio: autoriza a las autoridades locales y estatales para actuar como funcionarios de inmigración en investigaciones y detenciones.
Así, Trump empieza su ofensiva contra la inmigración y los inmigrantes de toda américa latina.
Vía Univisión.