Palabras de un oficial de la KGB sobre Fidel Castro

Fidel Castro «era un hombre que tenía una inteligencia, una voluntad, una erudición increíble. Por eso él levantó a todos los países de América Latina que vivían de rodillas ante Washington, les dio coraje, les dio valentía y valor (…)»: Nikolái Leónov

 

oficial KGB Fidel Castro cuba rusia

 

Regeneración, 26 de noviembre de 2016.- Fidel Castro no solo era reconocido por su inteligencia, su buen humor y su gran capacidad para dialogar, sino también por ser un hombre congruente; lo que decía lo hacía.

Cuatro años después del triunfo de la Revolución cubana, Castro visitó por primera vez la Unión Soviética en 1963.

Durante esa visita, donde se pudo afianzar la relación entre la URSS y Cuba, Castro se reunió con miembros del gobierno del entonces secretario del Partido Comunista de la Unión Soviética, Nikita Jruschov, y es ahí donde Nikolái Leónov tuvo su primer contacto con el revolucionario cubano, pues fue elegido como intérprete del líder cubano en la capital rusa.

Leónov quien además era oficial de la KGB durante la Guerra Fría, dice, orgullosamente, de Fidel Castro: «era un hombre que tenía una inteligencia, una voluntad, una erudición increíble. Por eso él levantó a todos los países de América Latina que vivían de rodillas ante Washington, les dio coraje, les dio valentía y valor, salvó la dignidad de esos pueblos. Prácticamente, el triunfó más que otros líderes de la liberación nacional latinoamericana porque vio a América Latina libre del yugo moral, psicológico y militar de EEUU. Ese es el enorme mérito de Fidel Castro».

«Cuando él [Fidel Castro] llegó por primera vez a Moscú en 1963, después de la famosa Crisis de los misiles, salimos a la Plaza Roja que estaba repleta de personas: soviéticas, latinoamericanas y cubanas (estos últimos estaban estudiando en los centros de enseñanza soviética). Lo primero que dijo Fidel antes de comenzar su discurso fue: ‘compañeros latinoamericanos, les suplico que no aplaudan, por favor, cuando yo termine una frase o un párrafo; esperen a que el compañero lo traduzca al ruso, para que la reacción de ustedes sea simultánea a la reacción de los soviéticos’. Toda la multitud reunida en la plaza obedeció a Fidel y cuando yo terminaba la traducción se oían tremendos aplausos», recuerda Leónov.

Para Nikolái Leónov, quien recuerda con mucho cariño su encuentro con Fidel Castro, expresa que «fue, es y será uno de los grandes líderes del movimiento de liberación nacional, no solamente de Latinoamérica sino del mundo entero; sobre todo de los pueblos de los países en desarrollo».

Cuando se le pregunta a Leónov sobre el Revolucionario cubano, dice, expresando enorme emoción en sus palabras, que «Fidel era una persona común y corriente», que tenía predilección por los frutos del mar y disfrutaba de cocinar en casa. «Casi no tomaba», revela el exoficial ruso y cuando los doctores le dijeron que solo debía fumar un habano al día, Castro, con el humor que lo caracterizaba, «ordenó que le prepararan un habano de medio metro de largo» y se presentó ante la prensa nacional e internacional encendiendo el habano gigante y diciendo que un habano al día era la dosis recomendada por sus doctores, concluye, con orgullo en la voz, Leónev.

 

Con información de Sputnik