Irlanda, como Pensilvania, ha tenido numerosos casos de abuso por parte de curas pederastas, lo que ha distanciado al país de la Iglesia. El arzobispo de Dublin exige que sean destruidas «para siempre» «las estructuras que permitieron o facilitaron el abuso»
Regeneración, 22 de agosto de 2018. El papa Francisco se reunirá en Irlanda con víctimas de abusos sexuales por parte de curas y autoridades religiosas.
El hecho ocurre bajo el marco del Encuentro Mundial de Familias, que inició el pasado martes, y también en el contexto de un reciente escándalo de abuso sexual; al menos 300 curas de la Iglesia abusaron sexualmente durante 70 años de al menos un millar de niñas y niños en Pensilvania, Estados Unidos.
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El portavoz del Vaticano, Greg Burke, anunció que esta reunión tendrá lugar el próximo sábado 25 de agosto, pero no dio detalles sobre el lugar, hora ni de los participantes en el evento.
Burke aseguró además que Francisco rezará por las víctimas ese día en la Procatedral de Santa María, en Dublín.
Por su parte, el arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, pidió a Francisco que «hable abiertamente» de los casos de abuso sexual de la Iglesia contra menores de edad, pues, dijo, «no es suficiente decir lo siento».
Agregó que las estructuras que permitieron que estos sacerdotes pudieran abusar de niños «deben ser destruidas y destruidas para siempre».
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Luego de que se conociera el caso de Pensilvania, el papa difundió una carta pidiendo perdón a toda la comunidad católica por los delitos de la Iglesia.
Sin embargo, esta carta lo que hizo fue desencadenar la ira de las víctimas, entre varias razones, porque los líderes religiosos no han cumplido su promesa de aplicar una política de «tolerancia cero» a este tipo de delitos.
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Irlanda, país distanciado de la Iglesia
En 2010, el Papa Benedicto XVI condenó los abusos cometidos por sacerdotes en Irlanda y el encubrimiento de estos casos por parte de las autoridades religiosas de ese país. El alejamiento de este país de la Iglesia, de acuerdo con el medio Vanguardia, ha provocado el avance de iniciativas progresistas como el relajamiento de las leyes anti aborto. Además, en 2015, Dublín legalizó el matrimonio igualitario.
Uno de los casos más sonados fue el de las «Lavanderías de las Magdalenas», asilos para mujeres dirigidos por la Iglesia católica en Irlanda a través de las Hermanas de la Misericordia. En esos lugares las mujeres eran tratadas como esclavas y se les obligaba a entregar a sus hijos en adopción.
El medio británico BBC recoge que los curas llamaban a las mujeres recluidas en esos sitios «mujeres de mala vida» y «criminales dementes», mientras que las monjas hacían caso omiso de los abusos que se cometían ahí.
En las «Lavanderías de las Magdalenas» se trabajaba desde las 08:00 horas hasta las 18:00 todos los días, excepto los domingos y los días feriados.