Hace más de tres décadas desde el inicio de la lucha los trabajadores de Pascual, misma que derivó en una empresa fuerte con condiciones dignas para sus empleados y con visión de futuro, manejada por sus ellos mismos.
Regeneración 11 de julio de 2016.- En los 80, luego de una batalla legal de tres años, los trabajadores de la empresa Refrescos Pascual tomaron las riendas del negocio fundado por Rafael Víctor Jiménez Zamudio a inicios de los 40.
Así lo recordaron los trabajadores en la conmemoración 34 de su independencia, que tuvo lugar en el Centro de Convenciones de Tlatelolco, este lunes.
“Se ha logrado demostrar que los trabajadores sí pueden administrar cooperativas, lograr condiciones más justas para el sector obrero, a la par que tener empresas competitivas y exitosas”, dijo uno de sus fundadores en la celebración.
La Cooperativa, vio la luz cuando las nulas prestaciones laborales a sus trabajadores y la negativa del dueño de acatar el decreto de aumento salarial de marzo de 1982 provocó una huelga que duró más de tres años y concluyó con la adjudicación de los bienes a favor de los trabajadores.
El camino de la cooperativa no ha sido fácil pues como explicó Alfonso Bouzas, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México como País tiene una tendencia antocooperativista.
“Fundamentalmente, México es un País capitalista y la figura del cooperativismo no es útil para este sistema, y entonces la organización compite en desventaja. La voluntad del Gobierno es anticooperativista, porque no es un esquema organizativo acorde con sus sistemas de producción”, dijo.
Pese a ello, la organización señaló que vendrán muchos años más de prosperidad para esta empresa ciento por ciento mexicana, “que da trabajo a los agricultores del País y a cientos de familias que dependen de ella”.
Además, tiene ventas anuales de 3 mil 750 millones de pesos y comercializa 45 millones de cajas unidad en países como México, España y mercados de Centroamérica y ya planea expansión a otros países del mundo.
Con información de La Jornada y El Universal