Calderón regala el petróleo a trasnacionales y les compra cara la gasolina
La Cámara de Diputados determinó que los elevados precios de las gasolinas en México se deben a que Petróleos Mexicanos (Pemex) vende el petróleo crudo a trasnacionales como Shell por debajo del precio fijado por el Congreso; esas mismas empresas refinan el combustible y se lo revenden a México a precios según la cotización internacional. Esta política del gobierno de Calderón ha costado 51 mil millones de dólares al país en los primeros tres años de Felipe Calderón.
A través de su Unidad de Evaluación y Control (UEC), la Cámara refirió que en 2007, por ejemplo, el precio promedio de la mezcla mexicana de exportación fue de 61.6 dólares por barril, pero la refinería de Deer Park, en Texas, donde Pemex maquila petrolíferos en asociación con Shell, le pagó a la paraestatal el barril de crudo a 20 dólares y luego le vendió la gasolina a 74 dólares por barril.
De esta manera, cada barril de gasolina comprado en esa refinería de Estados Unidos le representó a Pemex una pérdida de 54 dólares y una utilidad a la refinadora por el mismo monto.
"Los precios de las gasolinas negociados por Pemex Refinación en los mercados han sido desfavorables, en virtud de que comparativamente con los precios internacionales de la mezcla mexicana de exportación significan un elevado margen para las empresas que le venden la gasolina a la paraestatal", detalló la UEC en su revisión del informe de la cuenta pública, elaborado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
La UEC refirió que en los últimos dos años de gobierno de Vicente Fox (2005-2006) y los dos primeros del actual sexenio (2007-2008), los márgenes de ganancia para las compañías extranjeras rebasaron en 30 dólares por barril el precio de la mezcla de exportación.
"Es decir, cada barril de gasolina importado le costó a Pemex en promedio 92.9 dólares y cada barril de crudo vendido a las refinerías internacionales lo colocó en promedio a 60.4 dólares", cuestionó.
La UEC sostuvo que, si bien la capacidad de refinación de la petrolera mexicana se ha estancado, el litro de gasolina tenía un costo de producción de 5.08 pesos en el Sistema Nacional de Refinación (SNR), esto es, 3.07 pesos más barata que la comprada en el extranjero.
El acelerado aumento en la importación de gasolinas, explicó, han afectado la rentabilidad operativa de Pemex, particularmente a partir de 2004, en el sexenio foxista, cuando representó 5.4 por ciento de las ventas totales, y creció exponencialmente a 15 por ciento en 2007, y 16.5 en 2009.
"Durante esos seis años se acumuló un gasto financiero de 834 mil millones de pesos por compra de petrolíferos al exterior, similar al saldo del pasivo de Pidiregas y muy superior al pasivo laboral, y es equivalente a 83 por ciento de la inversión física total acumulada de Pemex en el mismo periodo. Recursos con los que se pudieron construir seis refinerías" como la comprometida por Calderón en Hidalgo, de la cual no se ha licitado ni la construcción de la barda.
Al revisar la política de precios de los combustibles en México, los cuales son definidos por la Secretaría de Hacienda, que actualmente vende a 8.92 pesos el litro de gasolina Magna y a 10.19 el de Premium con el argumento de disminuir el "subsidio" a los combustibles, la UEC informó que en el sexenio de Vicente Fox se destinaron 34 mil 478 millones de dólares para importar petrolíferos, pero a la mitad del actual sexenio las compras ascendieron a 51 mil millones de dólares.
Las transacciones en el exterior, detalló la UEC, están a cargo de PMI Trading Limited, filial de Pemex, y refirió que desde la revisión de la cuenta pública 2007 la ASF detectó que a pesar de que opera con recursos públicos se maneja bajo un régimen de derecho privado.
"Es una empresa instrumental de un solo miembro, constituida en Irlanda en 1991 bajo el régimen de sociedad limitada. No tiene empleados y comercializa en el mercado internacional productos petrolíferos, y su accionista mayoritario es Pemex", explicó la UEC.
Excedente en crudo debe ir a Pemex
La crisis en Libia ha provocado que el barril nacional de crudo se sitúe por encima de 90 dólares, situación que parece beneficiar al país pero que dañará las finanzas públicas a mediano y largo plazo, dado que somos un país comprador de gasolinas y productos derivados del petróleo, coincidieron especialistas.
El efecto negativo se debe a la falta de capacidad productora y transformadora del país porque la única compañía petrolera que existe no obtiene beneficios de estos incrementos, ya que el excedente se va a las arcas y no se reinvierte en tecnología que eventualmente pudiera mitigar la dependencia a los mercados internacionales.
Miriam Grunstein, especialista en energía del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), refirió que se necesitan reformas urgentes en la distribución de los ingresos de Pemex para que los sobrantes en momentos coyunturales se queden en la paraestatal y le permitan realizar proyectos de expansión.
“Nos hacen falta ingresos para la refinación, transformación y distribución de carácter perentorio. Pemex necesita reinversión en infraestructura productiva”, afirmó la investigadora.
El miembro de la Comisión de Energía del Senado, Juan Bueno Torio, comentó que si continúa el alza de petroprecios, “el subsidio con que el gobierno resarcirá la balanza será de poco más de 100,000 millones de pesos, debido nuevamente a la compra de divisas en gasolinas ya que importamos más de 350,000 barriles diarios, principalmente de EU”.
“Afecta el balance de las finanzas públicas porque se compra caro en el exterior y se vende barato al precio del mercado nacional. La solución sería que pudiéramos ser autosuficientes en la producción de gasolinas y entonces el precio se regularía domésticamente, situación por demás lejana”, enfatizó.
FUERA DE BALANCE
Pemex reportó la producción de crudo más alta de los últimos ocho meses en enero, situándose en 2,584,000 barriles al día; en conjunto, las exportaciones aumentaron 23% en relación con los indicadores del mismo mes en el año pasado, generándose ingresos acumulados por 3,791 millones de dólares.
“Cualquiera pensaría que la situación es alentadora: la producción será igual, la exportación también, incluso a mejores precios, pero se nos olvida que la balanza de pagos petrolíferos en México es deficitaria y una buena parte es de importación”, expresó Estelio Baltasar Cadena, académico del Departamento de Ingeniería Petrolera del Instituto Politécnico Nacional.
El investigador explicó que entre el petróleo crudo y lo que se obtiene después en petrolíferos para combustible, se multiplica aproximadamente por tres y luego convertido en petroquímico por 10 y, ya que se convierte en productos terminados, como el plástico se va 20 o 30 veces arriba del precio. Así, la balanza entre venta de crudos y compra de productos representa un daño para países como México, concluyó.
Tomado de La Jornada y El Economista
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