Peña Nieto aumenta deuda a mas de 5 billones de pesos

No hay transparencia sobre el gasto público del Gobierno

Mientras que la economía mexicana no ha crecido más de 2 por ciento y el salario está estancado, la deuda del Gobierno federal aumentó 21.2 por ciento en lo que va de la presente administración, publica el diario Reforma. 

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 3 de septiembre de 2014.-Al cierre de agosto de 2014, la deuda neta del Gobierno federal alcanzó 5 billones 143 mil 199 millones de pesos, 900 mil 946 millones más que el primero de diciembre de 2012, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda (SHCP).

 Esto equivale a que cada día se han agregado mil 430 millones de pesos al saldo del endeudamiento desde que inició el Gobierno de Enrique Peña Nieto.

 Dicho monto equivale al presupuesto anual de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) o a la mitad de lo que requiere la Oficina de la Presidencia.

 El incremento es más del doble que el registrado en el Gobierno de Felipe Calderón, considerando el mismo periodo de 21 meses.

 En 2012, la deuda del Gobierno representó 26.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), el año pasado cerró en 28.7 por ciento y al cierre del segundo trimestre del año alcanzó el 30.4 por ciento.

 Alejandro Díaz de León, titular de la Unidad de Crédito Público de la SHCP, señaló que el crecimiento registrado en la deuda se debe a que ésta ha sido utilizada como una medida contracíclica para evitar una caída en la economía.

 El funcionario mencionó que la deuda y su crecimiento en los últimos meses no deben preocupar a la gente, pues está en niveles sostenibles.

 Sobre el uso del dinero solicitado en préstamo por el Gobierno, Díaz de León respondió que no existe un registro específico, ni en México o en otros países, del destino de los recursos, aunque en términos generales se han usado para el gasto en capital e inversión del Gobierno.

 Al respecto, Marco Cancino, director general de Inteligencia Pública, expuso que el problema con el endeudamiento del Gobierno es que no se tiene certeza de para qué se está usando ese dinero.

 «La deuda en sí misma no es mala, el asunto es que tendríamos que saber en qué se está gastando y de qué manera, a pesar de los avances en transparencia, todavía no existe información que muestre la conexión entre los ingresos y los egresos del Gobierno», dijo.

(Reforma)