Cómo sobrevivir entre los consumistas, cómo no llegar a ser prisionero de la sociedad en la que vivimos o qué ejemplo le puede dar Uruguay al mundo son algunos de los temas que aborda José Mujica en el programa de la escritora y abogada Eva Golinger.
» Si no logras ser feliz con poco, estate seguro de que con mucho no vas a ser feliz»
«Un razonamiento por Twitter, por Facebook, tienen mucho de moda y de superficial»
«Yo vivo, en términos generales, como vivía antes de ser presidente y de ser legislador. Vivía así y sigo viviendo de la misma manera. En realidad, tiendo a vivir como la inmensa mayoría y la forma de vivir que tiene el pueblo uruguayo», ha asegurado Mujica, que en su país es conocido simplemente como ‘Pepe’. El presidente asegura que él es «adepto a la sobriedad, a vivir liviano de equipaje, con poca atadura material» y lamenta que existan personas prisioneras de una sociedad consumista. «Si no logras ser feliz con poco, estate seguro de que con mucho no vas a ser feliz», ha subrayado.
Interrogado sobre si antes de llegar al poder se imaginaba que lograría ser presidente, Mujica afirma que sí, aunque subrayó que tenía claro que él no iría a cambiar su «patrón de vida». «Tengo los mismos amigos y sigo viviendo en el mismo barrio, hago la vida más corriente. No me gusta todo eso, esa parafernalia que rodea a los presidentes, prisioneros del problema de la seguridad y todas esas cosas», sostiene.
¿Por qué no tuvo hijos?
Cuando Eva Golinger le preguntó si no se arrepiente de no haber tenido hijos, el mandatario contestó que él no se arrepiente «de nada», ya que «lo vivido ha pasado». Sin embargo, ha declarado que cuando termine su mandato tiene pensado «hacer una escuelita de oficios rurales» en la zona donde vive, que es «una zona de producción hortícola».
«No tuve hijos porque me dediqué a cambiar el mundo y hay muchos muchachos sueltos que aprenden un oficio para ganarse la vida. Con eso [con la escuela rural] no voy a cambiar el mundo, pero doy una ayuda a gente que le puede resultar útil», ha confesado el líder uruguayo, lamentando al mismo tiempo que el mundo esté cada vez «más rico y muy egoísta».
Los jóvenes y el mundo moderno
Al hablar sobre cómo están creciendo las nuevas generaciones entre las redes sociales y las nuevas tecnologías, Mujica observó que se está creando «una civilización más global y distinta, bastante inconformista, poco firme, llena de variables, poco sistemática, pero a su vez con una amplitud de miras importante».
En ese contexto el mandatario ha destacado que esta nueva generación tiene «una capacidad de movilidad distinta a la que, tal vez, hemos conocido». Aunque alertó que en todos estos cambios habrá cosas «para mejor» y también «para peor», dijo que «no estamos como para hacer un balance de los resultados: estamos viviendo el proceso».
Por otro lado, el mandatario confesó que hay cosas de los jóvenes que le impactan como, por ejemplo, el «menos apego al libro». «Un razonamiento por Twitter, por Facebook, tienen mucho de moda y de superficial», dice. «Yo creo que el mundo va para Internet, para las telecomunicaciones, y eso no lo para ni Cristo. Que yo no lo practique no quiere decir que no entienda que todos los jóvenes lo tienen que aprender y saber», indica el mandatario, agregando que «la juventud es hermosa por la fuerza que tiene, es candorosa por su ingenuidad».
«El advenimiento tecnológico, la revolución tecnológica está abriendo posibilidades inmensas. Pero la tecnología puede resultar buena o mala según la dirección política que tenga», puntualiza. «Las ideas que valen son aquellas que prenden, y prenden aquellas que le sirven de alguna manera a la propia gente. Por eso no hay que cansarse de sembrar ideas», recomendó.
La izquierda y la derecha en Uruguay
Mujica ha explicado que en Uruguay las líneas políticas de izquierda o de derecha mantienen «relaciones normales». «No se concibe en Uruguay una derecha como en Venezuela, que dice los disparates que dice la derecha en Venezuela», asegura. En ese sentido, Mujica señala que aunque en Uruguay se critican unos a otros, están lejos de «caer en la exasperación y en una confrontación».
A modo de ilustración ha puesto como ejemplo el tema del salario. «En Uruguay tenemos un sistema para discutir los salarios sector por sector, con participación de los sindicatos y los patrones, y a veces intervención del Estado cuando no se ponen de acuerdo», explica.
«El salario es el primer instrumento social que hay en una sociedad. Porque la práctica nos enseñó que la economía puede crecer, pero también puede crecer la pobreza. Si no tenemos una política salarial redistributiva de la riqueza, las políticas sociales, que hay que hacerlas, solo por sí mismo no resuelven la cuestión de la equidad en la sociedad», concluyó.
Entrevista realizado por Eva Golinger para Russia Today