Peregrinación por la vida al DF, 6 de diciembre

Por María Luisa Albores

Regeneración, 2 de noviembre de 2014.-“Ojtokalis ipan tonemilis». Desde la Sierra  Nororiental poblana saldremos habitantes de doce municipios Nahuats y tononakus hacia la ciudad de México el día cinco de diciembre del presente año para refrendar, con DIGNO AMOR, que queremos seguir siendo lo que somos: campesinas y campesinos. Queremos llegar a la capital mexicana el día seis, fecha en que Zapata y Villa arribaron a la capital mexicana hace 100 años para unir las fuerzas revolucionarias campesinas del Sur con las del Norte.

Qué mejor día para reivindicar nuestra identidad y decirles a nuestro hermanos de la capital que nos sentimos orgullosos de ser campesinas y campesinos y para gritarles a quienes nos gobiernan que su plan de desaparecernos no les va a funcionar. Recordemos que desde 1992 se han aprobado leyes para despojarnos de nuestras tierras, maniobra que se hizo más evidente en este año con las reforma a las leyes de hidrocarburos y energéticas que abren las puertas para que las empresas privadas se apoderen de nuestros territorios.

tosepan

Quienes vivimos en el campo tenemos un sueño colectivo de esperanza para seguir tejiendo “LA VIDA”, lo trascendente, lo espiritual, la esencia del ser humano, la conciencia del ser. Por el contrario, el sistema nos trata de imponer un sueño de muerte y destrucción, disfrazado con un discurso de “progreso y desarrollo”. Nuestros hermanos náhuats dicen que “la PALABRA es válida cuando se enlazan el corazón con el pensamiento”. Pareciera que quienes nos gobiernan no tienen corazón ni pensamiento, pues su PALABRA se ha vuelto vana y vacía, a semejanza de la que nos llega a través de los medios de comunicación dominantes, que son los brazos del sistema.

Las y los campesinos tenemos muy arraigados los sentidos de pertenencia y permanencia para transformar nuestra realidad desde donde estamos, desde nuestros territorios, desde nuestros espacios de vida cotidiana, donde recreamos nuestra identidad. Los sentidos de pertenencia y de permanencia nos dan la oportunidad de recrear nuestra forma de ver la vida, de sentir nuestras lenguas, de realizar nuestras siembras, de disfrutar nuestras danzas, vestimentas y comidas. Ese sentimiento  queremos compartir con los capitalinos el día seis de diciembre.

En nuestro recorrido realizaremos asambleas en algunos pueblos para hablarles de lo que buscamos lograr con nuestra “peregrinación por la vida” y para escucharlos. Buscaremos entablar un diálogo enlazando nuestros corazones con nuestros pensamientos y que ese diálogo resuene en nuestras cabezas como el sonido del caracol. Como resultado de las asambleas esperamos que más campesinos se vayan sumando para llegar más fuertes y más muchos a la ciudad de México.

Desde hace tiempo en la Sierra Nororiental de Puebla  empezamos a caminar un proceso de resistencia contra los proyectos de muerte: “las presas hidroeléctricas, las minas, la extracción de hidrocarburos y del gas, así como la privatización del agua”, ya que nuestras autoridades federales y estatales están empeñadas en concesionar nuestro TERRITORIO, que hemos ocupado desde mucho antes de la conquista.

Quienes nos gobiernan quieren despojarnos de lo que es nuestro, de lo que nos heredaron nuestros antepasados; para ellos no valemos, pues han autorizado las concesiones sin tomarnos en cuenta. Nosotros les decimos que somos campesinos e indígenas y como tales haremos valer nuestros derechos reconocidos en la Constitución Mexicana y en los Tratados Internacionales firmados por ellos mismos.

“LA PEREGRINACIÓN POR LA VIDA” se ha ido tejiendo entre nosotros como, cuando con FE y ESPERANZA, hacemos una procesión con un santo o una imagen para pedir que llueva. Ahora creemos que debemos ir con  FE Y ESPERANZA, platicando con nuestros hermanas y hermanos de los pueblos y de las ciudades que encontremos para que se den cuenta que no nos mueve el odio sino el amor; que nos oponemos a los conceptos de “progreso y desarrollo” (riqueza económica que sólo es para unos cuantos) que nos han querido imponer, porque estamos empeñados en construir un proyecto de vida buena que ponga por delante a las personas y que respete a nuestra naturaleza .

Refrendamos nuestra forma de ver la vida que no se basa en los bienes materiales; deseamos SEGUIR SIENDO LO QUE SOMOS: gente digna, trabajadora, guardianes de la MADRE TIERRA, campesinos y campesinas indígenas dispuestos a convertirnos también en guardianes de nuestro territorio. No queremos otra cosa…“TIKSENTOKASNEKIJ IKA TOMACHILIS, IKA MIAK TASOTALIS IPAN TONEMILIS”, en nahuat: ¡QUEREMOS SEGUIR SIENDO LO QUE SOMOS, GENTE QUE AMA LA VIDA!

 En esta “peregrinación por la vida” refrendamos nuestro coraje por lo que le hicieron a los jóvenes estudiantes de AYOTZINAPA y nos solidarizarnos con sus madres, padres y familiares. También les decimos: NO ESTÁN SOLOS.

 A los estudiantes del Politécnico que nos muestras de su rebeldía, con admiración les decimos: sigan realizando VERDADERAS asambleas enlazando el corazón y el pensamiento para que salga su PALABRA.

 A los presos políticos les decimos que aunque el fuego arda y el sol se oculte recuerden que tienen fuego en su alma. (Mario Bennedetti).

 A todos nuestros hermanas y hermanos de los pueblos originarios, les recordamos que siempre hemos estado y hoy más que nunca debemos seguir estando  en RESISTENCIA, pues somos los guardianes de la madre tierra.

 A las y los campesinos les decimos: SIGAMOS… ya que no hay mejor revolución que seguir sembrando alimentos, pues el acto de sembrar y compartir el alimento es el más sagrado.

 

*Asesora de la Cooperativa Tosepan Titataniske

 

(Regeneración, 2 de diciembre del 2014)