La minería ilegal instalada en las inmediaciones de la Reserva Nacional de Tambopata, al sureste de Perú, ha deforestado unas 130 hectáreas, equivalente a 178 canchas de fútbol
La minería ilegal instalada en las inmediaciones de la Reserva Nacional de Tambopata, al sureste de Perú, ha deforestado unas 130 hectáreas, equivalente a 178 canchas de fútbol, desde setiembre pasado, según una investigación del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP por sus siglas en inglés).
Un informe del MAAP, que incluye imágenes satelitales de la reserva natural ubicada en la región selvática de Madre de Dios, precisó que la deforestación se da en siete frentes al interior del sector noroeste de la reserva de Tambopata desde hace seis meses.
«La invasión de la Reserva Nacional Tambopata por la actividad minera aurífera ilegal inició a finales de 2015 y (…) confirmamos que esta invasión continúa intensificándose en 2016», precisó el documento difundido por Matt Finner, investigador de Amazon Conservation Association.
El monitoreo revela la existencia de un gran campamento minero frente a la reserva y la rápida expansión de la deforestación en 5 de los frentes al interior de la reserva, entre finales de enero y marzo de este año.
El documento recordó que a inicios de 2016, se realizaron dos intervenciones, en enero y febrero pasados, dirigidas por el gobierno peruano en contra de los mineros ilegales que se encontraban operando al interior de la reserva.
Sin embargo, una de las imágenes satelitales publicadas por la organización muestra el avance de la deforestación (44 hectáreas) entre el 1 de marzo y 25 de marzo últimos.
«En otras palabras, utilizando la tecnología de radar (que puede penetrar la cobertura de nubes), podemos confirmar que la deforestación continuó avanzando posterior a las intervenciones», afirmó MAAP.
La entidad utiliza un sistema de monitoreo de deforestación en tiempo casi real, donde la pieza central del sistema consiste en el análisis periódico de imágenes Landsat utilizando el software de monitoreo forestal CLASlite.
La población de Madre de Dios, la capital regional, llevó a cabo un paro indefinido a fines del año pasado en rechazo a las medidas gubernamentales de control a la minería y la tala ilegales.
La protesta buscaba la derogación de decretos gubernamentales que establecen mecanismos especiales de fiscalización y control de insumos químicos que pueden ser utilizados en la minería ilegal, así como medidas para la lucha contra la tala ilegal.
Al cabo de unos días, el Gobierno peruano instaló una mesa de diálogo con las autoridades de Madre de Dios para atender a sus pedidos de una mejor generación y distribución de energía, entre otros temas sociales.
Fuente: EFE