Piden evitar siembra de maíz transgénico en México

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Invocan el derecho a la utilización de las razas nativas,los derechos derivados a la salud, de los pueblos originarios y a la alimentación, y la comida mexicana como patrimonio inmaterial de la humanidad

Regeneración, 8 de julio del 2015. (La Jornada) A dos años de cumplirse la suspensión de la siembra de maíz transgénico en el país, organizaciones de la Colectividad en Defensa del Maíz confiaron en que el Poder Judicial mantenga dicha medida cautelar en beneficio de los mexicanos.

En conferencia de prensa, la representante común de la Colectividad, Adelita San Vicente, expuso que a esta petición se han sumado más organizaciones nacionales e internacionales, derivado del interés por impulsar la permanencia del maíz criollo y nativo de México.

En ese sentido, señaló que con la incursión de tecnología para impulsar la siembra de maíz transgénico en el país, naciones desarrolladas se apropiarían del grano, lo que resultaría contraproducente para los campesinos y productores mexicanos.

Por lo que reiteró su confianza en que, al igual que en otros casos recientes, el Poder Judicial se pronuncie en favor de las mayorías del país.

Cabe recordar que la demanda de acción colectiva fue presentada el 5 de julio de 2013 y el juicio permanece sin concluir, en virtud de que el Poder Judicial aún no emitie una sentencia definitiva respecto a la siembra de maíz genéticamente modificado en México.

Los litigantes en el juicio son la Colectividad en Defensa del Maíz contra diversas empresas, entre las que se encuentran Monsanto, Dupont Pioneer, Syngenta y Dow Agrosciences, y buscan que sea una autoridad judicial la que decida si en México se puede o no sembrar maíz transgénico.

Así, los tribunales definirán si la siembra de maíz genéticamente modificado daña el derecho de los mexicanos a la diversidad biológica, es decir, si la contaminación de maíz con transgenes vulnera el derecho de utilizar razas nativas así como a obtener más variedades de su par silvestre.

La Colectividad argumenta el derecho a la utilización de las razas nativas, que incluye los derechos derivados a la salud, de los pueblos originarios y a la alimentación, y que también comprende a la comida mexicana como patrimonio inmaterial de la humanidad.