La falta de transparencia, de normatividad y de institucionalidad de los programas sociales permite su sesgo político y electoral a la vez que explica la falta de resultados frente a la pobreza, advirtió Acción Ciudadana Frente a la Pobreza
Regeneración, 3 de junio de 2017.- En el Estado de México la pobreza se incrementó de 7.2 millones a 9.8 millones entre 2008 y 2014. La entidad es la que tiene mayor cantidad de personas en pobreza, alertaron las organizaciones integrantes de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
El gobierno estatal ha mantenido la entrega de programas sociales, aún durante el periodo de campañas electorales. Tinacos, estufas y otros insumos han llegado a las manos de votantes potenciales que definirán este domingo, quien será la o el nuevo gobernador del estado.
La falta de transparencia, de normatividad y de institucionalidad de los programas sociales permite su sesgo político y electoral a la vez que explica la falta de resultados frente a la pobreza, advirtió Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Bajo el amparo del decreto 197 del gobierno estatal, desde el 31 de marzo se legalizó la entrega de 69 de 90 programas durante campañas electorales. Apenas el lunes 29 de mayo, seis días antes de la jornada, por otro decreto se determinó reducir a 49 los programas en funcionamiento.
La legislación electoral subraya que durante 30 días antes de la jornada electoral no podrán operar programas sociales en que se entreguen materiales, alimentos o promoción, con excepción de los de extrema urgencia relacionados con desastres naturales o enfermedades. Sin embargo, el gobierno de Eruviel Ávila mantuvo acciones de desarrollo agropecuario como el Programa Integral de Desarrollo Rural, mediante el cual se entrega dinero para comprar maquinaria, herramientas agrícolas, etc.
Así, la entrega de becas para estudiantes de diversos centros educativos, también se mantuvo durante la época electoral.
Para Héctor Rubio, coordinador interinstitucional de Acción Ciudadana frente a la Pobreza, se trata de programas en que prevalece la opacidad que lleva a espacios para la corrupción. Y es que, como apunta la organización, la “pluralidad política y la alternancia de partidos en el gobierno ha incrementado el número de programas, lo cual genera dispersión, dispendio de recursos y abre espacios para la opacidad. Esta es la base del uso electoral de programas y explica la urgencia de legislar ya para crear el padrón único de beneficiarios”.
Con ese padrón, dice Acción Ciudadana, se prohibiría la asignación discrecional que permite el uso político de los programas como forma de presión y creación de clientelismos.
El padrón sería la única manera permitida para asignar subsidios y apoyos, en efectivo o en especie, a personas, familias u hogares. De esta manera se prohibiría la asignación discrecional, que permite el uso político de los programas como forma de presión y creación de clientelas para las elecciones.
Rubio agregó que el Estado de México tiene mayor cobertura que otros estados en cuanto a la entrega de recursos provenientes de programas sociales, por ejemplo, “el estado tiene cobertura tres veces más de comedores comunitarios, con un total de 2 mil. Hay 681 mil familias integradas a Prospera –que pueden recibir un máximo de casi 3 mil pesos al bimestre por hogar– e integra a unos 2.7 millones de beneficiarios”.
A ello, dice el coordinador interinstitucional de Acción Ciudadana frente a la Pobreza, hay que sumar la pasarela de funcionarios federales en el estado para la entrega de apoyos, situación que también permea la decisión de los posibles votantes.
En el mismo tenor, Paola Contreras, del Observatorio de Política Social, dijo que “los funcionarios manejan los recursos públicos como suyos y a la gente le entregan los apoyos como si fueran dádivas, no parte de sus derechos. No se ataca la pobreza, los funcionarios asumen que el recurso es suyo. No se generan capacidades para que las personas salgan del círculo de la pobreza, lo que se hace es dar una despensa o recursos económicos”.
Acción Ciudadana Frente a la Pobreza recalca la preocupante situación en que se encuentra el Estado de México, pues solo de 2008 a 2014 el número de personas sin ingreso suficiente para adquirir la canasta básica pasó de 7 millones 234 mil a 9 millones 824 mil personas.
En resumen, dicen las organizaciones, en Edomex “se concentran y se ejemplifican bien dos graves problemas del país: la magnitud de la pobreza y la falta de efectividad de los programas sociales, más bien marcada por falta de transparencia y sesgos discrecionales y de clientelismo político”.
La pobreza ha servido para coaccionar el voto de los ciudadanos de la entidad y no puede seguir siendo utilizada como “botín político” para ganar mientras se prometen más apoyos como la Tarjeta Rosa, señaló Héctor Rubio.