Muchas veces se ha hablado del ensañamiento que las autoridades migratorias mexicanas tratan a personas del centro y sur de América.
Por Fabiola Rocha.
Regeneración, 26 de septiembre de 2017.- ¿Qué motiva la detención de una persona en migración? Quizá si representa algún riesgo, si es buscado por la policía, si tiene cuentas por pagar; pero una mujer de 26 años que se ha dedicado a viajar por toda América y que reúne todos los requisitos para entrar a territorio nacional, ¿qué justificación tiene?
Este es el caso de Micaela Albareque es una ciudadana argentina que en este momento está detenida en migración en el Aeropuerto de la Ciudad de México, los agentes del Instituto Nacional de Migración la detuvieron antes de entrar a México por presuntamente no contar con los requisitos para estar en México.
Según lo que informó la embajada, Micaela debería traer una carta de invitación, aunque tiene visa de turista y 50 dólares diarios para gastar en nuestro país, cifra francamente alta para cualquier viajero mochilero.
De acuerdo con los requisitos para ingresar a México como turista, se necesita: “acreditar solvencia económica así como la reservación de hotel (preferentemente pagada); podrá serle requerido demostrar su lugar de residencia y de origen. Dirección y período de estancia en el territorio nacional. Es importante presentar el boleto de ida y vuelta al país de origen y demostrar que la reserva del hotel es consistente con las fechas de estancia en el país. Información relacionada con las actividades que serán realizada en el territorio nacional así como aquellas realizadas en el lugar de origen. Solvencia económica por el período de estancia en el territorio nacional. Es ampliamente recomendable contar con una tarjeta de crédito internacional”
Aunque Micaela no se queda en un hotel, sino en la casa de una amiga en común, sí tiene un boleto de avión para dejar el territorio nacional hacia su próxima parada, Costa Rica, y cuenta con dinero en efectivo y tarjeta de crédito internacional, las autoridades mexicanas la han amenazado con regresarla a Guatemala, lugar al que viajó por unos días para volver a México, en donde recorrerá más el país, antes de partir.
Yo a Mica, como le decimos cariñosamente, la conocí en México, aunque hace más de un año viajé a su país, no tuve la suerte de verla en su entorno; es una mujer amable y alegre que se ha dedicado al menos el último año a viajar por todo el continente; su pasaporte está lleno de sellos de Brasil, Perú, Ecuador, Guatemala y otros países de América.
En tiempos de solidaridad en el que varios países se han enviado ayuda humanitaria a México, resulta increíble que las autoridades mexicanas planeen cortar los planes de viaje de una mujer que no representa ningún peligro para nadie. Esto sólo es un atropello del Instituto Nacional de Migración, cuyos malos manejos se han documentado desde hace años.