La recolección del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, la importación de gasolinas y las promesas incumplidas del gobierno.
Regeneración, 11 de agosto 2016.- En días pasados, durante la comparecencia ante la Tercera Comisión Permanente del Senado de la República, por parte del subsecretario de ingresos de la SHCP, Miguel Messmacher, afirmó que el alza en el precio de las gasolinas no se debe a un tema de subir impuestos, sino que está basado en un tema de referencia nacional.
Sin embargo, el gobierno mexicano ha estado recaudando ingresos adicionales gracias al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), el cual fue implantado originalmente para igualar los precios del combustible mexicano con el de Estados Unidos.
Sólo la primera mitad del año pasado, el IEPS le dio al gobierno mexicano ingresos por 114, 449 millones de pesos, de acuerdo a datos publicados por Forbes en agosto de 2015.
Además, ya desde el año pasado, se preveía que uno de los mayores problemas es que Pemex importa más gasolina que la que produce en el país.
“Al ser bienes de importación que se importan en dólares, efectivamente podría haber un encarecimiento de la gasolina a través del tipo de cambio”, señalaba el año pasado, Miriam Grunstein, profesora investigadora de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) e investigadora asociada del Centro de Energía del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Recordemos que desde el gobierno de Felipe Calderón, se aplicaba un incremento mensual en las gasolinas Magna, Premium y Diesel, gasolinazos, que continuaron hasta 2014, pese a que un año antes se había logrado el “objetivo” inicial de los incrementos que era la paridad de los precios entre México y EU.
En otras palabras, al bajar el precio en Estados Unidos, el IEPS se vuelve un ingreso adicional para el gobierno mexicano.
No obstante, el precio de la gasolina en México sigue aumentando, haciendo hasta 40 pesos más caro llenar un tanque, sólo durante los últimos meses.
Por su parte, Messmacher, continúa afirmando que la liberalización de los precios de las gasolinas se reflejará en 2018 y que los incrementos se deben a que los precios del petróleo han aumentado en las últimas semanas.
Pero, la tendencia durante este segundo semestre del año es a la baja. Desde julio, el petróleo en el mercado internacional ha iniciado un movimiento hacia la baja lo cual ya ha tenido repercusiones en los mercados nacionales de gasolina y diésel.
Por ejemplo, en Guatemala, durante julio se registraron bajas en los costos de la gasolina y el diésel, tendencia que a decir del gobierno guatemalteco se mantendrá hasta diciembre.
En contraste, el gobierno mexicano señaló que lo que pasó en agosto con el costo de las gasolinas es que el precio del West Texas Intermediate (WTI) aumentó en 34% del promedio observado en diciembre al promedio observado en julio, esto, mientras en Guatemala se reportaba que el petróleo intermedio de Texas, costó durante julio 3.85 dólares menos que el mes anterior.
Con información de Forbes, Proceso y Soy 50.com