‘En este evento anuncio mi separación de Estados Unidos, económica pero también militar’, declaró Duterte
Regeneración, 20 de octubre de 2016.- En el palacio de Pekín, el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, anunció este jueves, el divorcio de su país de Estados Unidos, su aliado más importante durante décadas y su principal valedor en la disputa territorial que mantienen Pekín y Manila en el mar del sur de China.
Ofendido por las críticas de Washington a su polémica guerra contra las drogas, desde septiembre anunció el fin de las maniobras militares conjuntas y apuntado la posibilidad de cancelar algunos pactos de colaboración defensiva. “Ha llegado el momento de decir adiós”, declaró el miércoles en una reunión con empresarios filipinos.
Este jueves durante su visita de Estado de cuatro días a Pekín, dijo al respecto, “En este evento anuncio mi separación de Estados Unidos, económica pero también militar ”, declaró Duterte en un discurso ante un foro empresarial presidido por el vice primer ministro chino Zhang Gaoli, y entre los aplausos del público. “Me he separado de ellos, así que dependeré de ustedes durante largo tiempo. Pero no se preocupen: al igual que ustedes nos ayudarán, nosotros les ayudaremos”.
Por su parte, el presidente chino, Xi Jinping, se deshizo en declaraciones de amistad. La visita de Duterte, expresó, es un “hito significativo” para los lazos entre los dos países. “Espero que podamos… usar esta visita como una oportunidad para llevar de nuevo a las relaciones China-Filipinas por la senda de la amistad y mejorar las cosas”.
Duterte dijo que su presencia en Pwekin marca una “primavera” en los vínculos bilaterales. En su reunión, ambos mandatarios firmaron 13 acuerdos de cooperación en áreas como la pesca o el terrorismo. También abren la puerta a las inversiones chinas en Filipinas, que en 2014 apenas fueron de 41,3 millones de dólares, en el sector de las infraestructuras. China ha levantado asimismo su alerta de viaje contra las visitas turísticas de sus ciudadanos.
El presidente filipino encontró también una mano amiga para su lucha contra la droga, su principal prioridad y que ya ha dejado más de 3.000 muertos en su país.
Para Duterte, desde su opinión, la tradicional dependencia de Estados Unidos ha lastrado a su país, mientras que un acercamiento a China puede reportarle importantes beneficios económicos.
China ha respondido con entusiasmo a la aproximación filipina, ante la perspectiva de una división entre Washington y Manila de la que tiene mucho que ganar. Con el respaldo de Washington, para el que el mar del sur de China tiene una importancia estratégica, Filipinas se había convertido en su peor rival en la zona.
Con información de El País