El magnate Donald Trump prometió «romper el acuerdo nuclear alcanzado el año pasado con la República Islámica, tejido entre Teherán y seis potencias: EU, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania», de romper este acuerdo «se reactivaría la amenaza nuclear iraní»: Fran Ruiz
Regeneración, 12 de noviembre de 2016.- Esta es la segunda de dos partes del artículo que publica Franz Ruiz, periodista de Crónica, acerca de las propuestas que realizó durante su campaña Donald Trump. De manera muy sencilla nos advierte de los alcances de la ocho propuestas del magnate. He aquí las siguientes cuatro.
Leer la primera parte: Promesas demagógicas, las de Donald Trump
Como vaticinio, dice Ruiz, la relación iniciada en diciembre de 2015 «entre Estados Unidos y Cuba podría durar lo que queda de aquí al 20 de enero de 2017, día en que Donald Trump jure su cargo como el 45º presidente de EU. El republicano (…) no se cansó de repetir que iba a invalidar todos los acuerdos alcanzados entre el presidente Barack Obama y el presidente cubano Raúl Castro, empezando por cortar relaciones diplomáticas».
Sin embargo, nos dice «la medida (…) no cuenta con el apoyo de la opinión pública estadounidense, que considera que el embargo contra la isla a fracasado y que se disponía a viajar y a comerciar con Cuba».
Con la finalidad de desaparecer todo acuerdo elaborado por Obama, el magnate prometió «romper el acuerdo nuclear alcanzado el año pasado con la República Islámica, que durante un año fue laboriosamente tejido entre Teherán y seis potencias: EU, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania».
De romper este acuerdo, señala Fran Ruiz, «se reactivaría la amenaza nuclear iraní», que es una pretensión de «Benjamín Netanyahu el mandatario israelí para atacar a Irán. Para rematar, Trump ha prometido a Netanyahu lo que ningún presidente de EU se ha atrevido a hacer: declarar a Jerusalén la capital indivisible de Israel, lo que ocasionaría automáticamente una tercera intifada y enterraría cualquier posibilidad de un acuerdo de paz».
«Las consecuencias de todo esto serían gravísimas para la estabilidad mundial que tendría una nueva guerra en la región Oriente Medio-Golfo Pérsico» indica Ruiz.
Respecto a la relación con el país ruso, «estará por ver si el nuevo gobernante estadounidense mantiene su amenaza de no ayudar necesariamente a un país de la OTAN en caso de agresión rusa (por ejemplo a un país del este de Europa) o la de levantar las sanciones impuestas a Moscú por anexionarse Crimea y por armar a las milicias prorusas del este de Ucrania», advierte el columnista.
«Habrá que ver si hace la misma gracia entre los aliados de EU en la Alianza Atlántica y entre los generales de EU, ante semejante bajada de pantalones de su presidente frente al “enemigo”, advierte.
Finalmente, dice el periodista, «la amenaza más grave para la humanidad y para el planeta sería si Trump cumple su promesa de sacar a Estados Unidos —el país que más contamina del mundo— del Acuerdo de París que firmó el presidente Obama».
Por último, Ruiz concluye con una pregunta, y tal vez un cuestionamiento: «¿Con qué cara mirarán los que votaron a Trump cuando tengan que explicar a sus hijos y nietos que, por su culpa, el mundo haya entrado irreversiblemente en una era de calentamiento global y fenómenos catastróficos?»
Con información de Crónica