El Fracking es un término anglosajón para referirse a la técnica de fracturación hidráulica para la extracción de gas no convencional.
Consiste en la extracción de gas natural y petróleo mediante la fracturación de las capas geológicas de roca (pizarras y esquistos).
Para extraer el gas atrapado en la roca se utiliza una técnica de perforación mixta: primero se perfora hasta 5000 metros en vertical y después se perfora varios kilómetros en horizontal (2 a 5).
Entonces se inyecta agua con arena (98%) y una más de 600 compuestos químicos a gran presión para fracturar la roca y liberar el gas o el petróleo atrapado en la roca y asciende a la superficie a través del pozo. El proceso se repite a lo largo de la veta de roca rica en gas. Parte de la mezcla inyectada vuelve a la superficie y la otra parte contamina los ríos y yacimientos de agua subterráneos. Esto acaba con la flora y fauna y el agua ya no se puede beber por los químicos que contiene. Es un ecocidio con escasos resultados productivos, las consecuencias son peores que la minería.
