• Las comunidades no fueron consultadas acerca de los efectos de la hidroeléctrica ‘Las Cruces’
• Este proyecto hidroeléctrico amenaza con acabar con las costumbres de estos pueblos
• Entregan más de 50 mil firmas en contra del megaproyecto de la presa hidroeléctrica Las Cruces
• Desviaría el curso del río San Pedro que desemboca en Marismas Nacionales, una de las reservas más grandes de manglar en el país
Regeneración. Junio 20, 2014 Nayarit.- El río San Pedro Mezquital es el séptimo río más caudaloso de México y es el único que atraviesa la Sierra Madre Occidental sin ser cruzado por represas. El proyecto de la presa hidroeléctrica ‘Las Cruces’ afectará la vida de pueblos indígenas que no fueron consultados. Los embalses de Las Cruces, sitios en los que el agua del río quedará aprisionada, impactarán centros ceremoniales indígenas como La Muxatena, importante para el pueblo Cora (Náyeri).
Los afectados por el proyecto de la presa hidroeléctrica Las Cruces, entregaron a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) alrededor de 50 mil firmas que recabaron por medio de Internet y en papel, contra el plan que está en evaluación en la dependencia.
La resolución de la manifestación de impacto ambiental se dará a fines de julio, luego que la Semarnat hace unas semanas requirió más información a la Comisión Federal de Electricidad, promovente de la presa planeada en el último río libre de México, San Pedro Mezquital, que desemboca en marismas nacionales, área natural protegida.
Ayer por la mañana, integrantes de la organización Defiende Muxatena y Asociación Interamericana entregaron una carta para el titular de la Semarnat, Juan José Guerra, a quien explican que el río San Pedro desemboca en Marismas Nacionales, una de las reservas más grandes de manglar en el país, y la presa modificará el curso con lo que el área se vería afectada.
Además, el fin de esta presa es obtener energía eléctrica para el centro occidente del país, lo cual representaría tan sólo 0.28 por ciento de la demanda. De aprobarse el proyecto también se afectará de manera irreversible la vida del pueblo Nayéri o Cora, se perderían 14 sitios sagrados y ceremoniales, que quedarán inundados por la hidroeléctrica.
Explicaron que con la entrega de las firmas se busca que la dependencia tome una decisión favorable al ambiente y a las personas, como lo hizo recientemente al rechazar el proyecto turístico Cabo Dorado, planeado a un lado el parque nacional Cabo Pulmo.
Con información de Laura Enciso, La Jornada