Un equipo internacional de investigadores secuenció el genoma del café, revelando secretos sobre aromas y sabores de una de las bebidas estimulantes más populares del mundo, lo que abre el camino a nuevas variedades de mejor calidad y más resistentes.
4 de septiembre de 2014.-«Esta secuenciación permitirá explotar mejor la gran diversidad genética de café y desarrollar las variedades correspondientes ante las demandas de los consumidores y los problemas de los productores», dijo Philippe Lashermes, investigador del Instituto francés de Investigación y Desarrollo y uno de los principales autores del trabajo, publicado este jueves en la revista estadounidense Science.
«Analizando el genoma del café y los genes específicos del grano hemos podido determinar aquello que hace que el café sea especial», agregó en una entrevista con la AFP.
Los investigadores señalaron que los trabajos tienen potencialmente «un impacto económico considerable para el sector».
Diariamente se consumen unos 2.250 millones de tazas de café en el mundo.
La industria del café emplea a 26 millones de personas en 52 países y las exportaciones de la bebida alcanzaron 15.400 millones de dólares en 2013, según la Organización Internacional del Café (ICO, en inglés).
Los principales exportadores son Brasil, Colombia, Vietnam, Etiopía e Indonesia, así como los países centroamericanos.
Las plantas pueden ser atacadas por la roya, una plaga que afecta a la mitad de los arbustos de América Central, en la peor epidemia desde 1976.
Por esto, además de mejorar la calidad de los granos de café, las nuevas variedades desarrolladas podrían también resistir a los parásitos, entre ellos la roya, precisaron los investigadores.
Nuevos genomas, nuevas herramientas
El equipo secuenció el genoma de un tipo de cafeto o planta de café conocida como Coffea canephora, o robusta, que representa cerca de 30% de la producción mundial.
Con su genoma de tamaño medio (710 millones de pares de bases de ADN o cerca de 25.000 genes) y de estructura menos compleja que el arabica -el otro tipo más consumido-, el robusta tiene un mayor potencial de investigación, según los autores.
Los investigadores destacaron que existen 126 especies registradas de cafetos en el mundo y que solo se explotan el arabica y el robusta.
Una vez secuenciado el genoma del café, el equipo determinó lo que lo distingue genéticamente de otras especies de plantas como la vid, el té y el cacao, así como de las plantas de tomates.
El genoma del café contiene una de las mayores familias de genes vinculados a la producción de alcaloides y flavonoides, que inciden en las cualidades como su aroma y su sabor amargo.
Los cafetos tienen también una amplia gama de enzimas, entre ellas una que interviene en la producción de la cafeína, más directamente relacionada con otros genes de la planta del café que las enzimas de la cafeína del té y el chocolate.
Esto probablemente signifique, dijeron los científicos, que la producción de cafeína se desarrolla independientemente en el café.
La información debe ser compartida y usada para fortalecer las plantas contra el cambio climático y las plagas, afirmó Dani Zamir, del Instituto de Ciencia Forestal y Genética de la Universidad Hebrea de Jerusalén, en un artículo que acompaña la investigación.
«El desafío ahora es convertir estos nuevos genomas decodificados en nuevas y mejores herramientas para el cultivo de las plantas», sostuvo Zamir.
«El peligro para la semilla de café debe ser un incentivo para todas las partes interesadas a fin de iniciar una colaboración internacional en proyectos de cultivos asistidos genómicamente y para la conservación de plasma genético con los países pobres exportadores de café».
Más de 60 investigadores de una decena de países participaron en estos trabajos, que han tomado tres años.
(agencia: AFP)