El Servicio de Administración Tributaria presenta una cartera de adeudos que suma la cantidad de 667 mil 676 millones de pesos
Regeneración, 28 de diciembre de 2018. Durante el próximo año el Servicio de Administración Tributaria (SAT), tendrá como prioridad el ir tras las empresas que son grandes deudoras utilizando modelos de percepción de riesgo; la tecnología de punta para una mayor presencia fiscal.
Datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), al cierre de septiembre de 2018 indica que hay un total de 70 millones 540 mil 892 causantes contribuyentes en el padrón. De los cuales, más de 2 millones son personas morales o empresas y 68 millones 508 mil 930 personas físicas.
En personas físicas sin actvidad empresarial tiene, en especial salariados, con 59 millones 841 mil 570.
El SAT tendrá como objetivo el recuperar créditos fiscales, pelear en los tribunales por el pago de impuestos, principalmente de grandes empresas que han hecho caso omiso de sus obligaciones fiscales.
La cartera de adeudos o créditos fiscales que recibió la nueva administración del SAT presenta un saldo de 667 mil 676 millones de pesos, según cifras al cierre de septiembre de 2018.
Las empresas deben al fisco 522 mil 430 millones de pesos; las personas físicas 93 mil 299 millones y personas físicas con actividad empresarial 51 mil 943 millones.
La dependencia deberá ganar esos casos que involucran montos muy altos de dinero.
Esta iniciativa significa que el brazo fiscalizador de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), perseguirá a las grandes empresas del país, porque son las principales deudoras de su cartera de créditos.
El SAT planea esta estrategia con el fin de que el contribuyente se acerque a la autoridad fiscal para que cumpla sus obligaciones fiscales, mediante la correcta aplicación de la legislación fiscal y aduanera, así como para fortalecer los ingresos públicos.
De acuerdo con la política fiscalizadora del nuevo gobierno, contenido en el Paquete Económico 2019, aprobado por el Congreso de la Unión, sus principales armas serán modelos de riesgo y el apoyo de tecnologías.
Al mismo tiempo se hará énfasis en la mejora de los servicios digitales que se ofrecen a los contribuyentes, con estricto y transparente uso de los recursos presupuestarios autorizados.