Una sola celebración en el Paseo de la Reforma, se unen marcha lésbico gay y afición que celebra triunfo de México en mundial de Rusia
Regeneración, 23 de junio del 2018. La tarde de este sábado, en Paseo de la Reforma, una de las vialidades más importantes de la Ciudad de México, se vive una gran fiesta de amor, colores, orgullo LGBTTTI y hasta pambolera por el triunfo de la selección mexicana ante Corea del Sur en el Mundial de Futbol de Rusia.
Miles de personas que salieron del Ángel de la Independencia al mediodía avanzan sobre Reforma con dirección al Zócalo capitalino y se mezclan con los aficionados al fútbol que festejan el triunfo de los seleccionados mexicanos en su segundo partido de la fase de grupos.
Integrantes de la marcha del orgullo gay (lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros, travestis, transexuales e intersexuales) comenzaron su recorrido desde el Ángel de la Independencia, ubicado en Paseo de la Reforma, hacia el Zócalo capitalino con la consigna: ¡Ni un paso atrás, no renunciaremos!
Como hace 40 años, hoy están aquí para que nadie se olvide de sus derechos y que estos no están a discusión.
En la 40 edición de la marcha, los gritos de: “¡Qué perra!, ¡Qué perra!, ¡Qué perra, mi amiga”, se mezclan con el sonido de las trompetas y los gritos de: “¡México!, ¡México!”.
Y es que hace 40 años, se celebraba la primera manifestación pública en la Ciudad de México a favor de los derechos homosexuales, coincidiendo con el aniversario del disturbio en Stonewall-donde las personas homosexuales que acudieron al pub, fueron atacadas por una redada policial-, exigiendo la libre expresión sexual y protestando en contra de la represión social y policial. Desde entonces la CDMX se une con el mundo por la conmemoración del Gay Pride.
Este día la ciudad se viste de arcoíris y muchos llegan poco a poco desde varias partes de la ciudad a celebrar el amor.
Gustavo, quien asiste a la edición 40 de la marcha “40 Años en Libertad, No renunciaremos” viaja alrededor de siete horas desde Aguascalientes hasta la metrópoli una noche previa y se hospeda con alguno de los muchos amigos que hizo durante su estancia en la capital; aún así destina entre cuatro mil y cinco mil pesos en venir a este encuentro, debido a que le representa además la oportunidad de reunirse con ellos y celebrar, pero también de evidenciar los derechos que está comunidad aún no alcanzado.
Él asiste a la marcha porque considera que es uno de los días en los que siente mayor libertad de expresión, de estar en unión con la comunidad a la que pertenece, desde las diez de la mañana llegó a disfrutar al evento, sabía que sería un día complicado por el partido de la selección mexicana contra Corea del Sur.
Las camisas verdes de personas que apoyan a la selección mexicana comienzan a salir de sus casas, los automóviles emiten el tradicional sonido chilango y grupos de familias caminan para celebrar el triunfo de la selección mexicana.
A diferencia de otros años, en donde solo se percibía la bandera gay, este año se podían observar las de las lesbianas, los osos, que son hombres fornidos y peludos que sienten atracción entre sí mismos y Leather, que sin con colores blanco, negro y gris con una estética más atlética.
Frente a la Bolsa Mexicana de Valores, la presidenta de la Copred, Jacqueline L’ Hoist, expuso que es necesario continuar con la lucha por los derechos de la diversidad sexual y de género en los que la ciudad ha percibido los oasis conseguidos por la comunidad.
“Por la diversidad sexual, la de género no vamos a dar ni un paso atrás, por la diversidad de género, por el derecho de los niños y niñas, no es sólo el matrimonio igualitario, sino el derecho de la infancia que vive en el abandono a ser adoptados por familias diversas, compuestas más por seres humanos que por un género”, manifestó.
No es normal vivir con miedos, negando la identidad y esta marcha que lleva 40 años demuestra que es posible construir la paz y un país incluyente, que los derechos a los demás no le quitan nada a los demás y permite vivir felices y expresar lo que somos, precisó la titular de la Conapred, Alexandra Haas Paciuc.
Poco después de mediodía las camisetas verdes se mezclaban en paz con las coloridas camisetas, a nadie parecía importarle el tiempo electoral, las disputas polarizadas, la intolerancia,ello, al parecer, debido a la alegría por el triunfo de la selección nacional sobre Corea del Sur.
Mujeres con niños en brazos, jóvenes, drag queens, lesbianas, transgénero y bisexuales se reunían en pequeños grupos, mientras que los ambulantes ofrecían paletas con los siete colores del arcoiris, banderas de gran tamaño de a cinco pesos y collares tipo hawaiano.
Con información de Notimex