La mayoría de muertes ocurrieron en casa, donde las mujeres pasan más tiempo que los hombres para dedicarse a su hogar o trabajar para otros como empleadas domésticas.
Regeneración, 27 de septiembre de 2017.- El sismo del pasado martes 19 de septiembre ha dejado, hasta ahora, más de 330 víctimas mortales, la mayoría mujeres.
Sólo en la capital del país, de los 198 fallecidos, 127 son mujeres, el resto varones.
Las mujeres se encontraban en casa el martes a las 13:14 horas, cuando ocurrió el sismo que sacudió a México.
En entrevista con El País, Patricio Solís, investigador del centro de estudios sociológicos del Colegio de México, dijo que, aunque la información puede cambiar, pues es preliminar, “por el momento la combinación de la hora con la segregación de la mujer y los roles de género puede explicar la diferencia en el número de muertos. […] De las 183 defunciones que se contabilizaron hace unos días, el 52,8% ocurrieron en casas habitacionales y esto determina en buena medida la sobremortalidad femenina”.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las mujeres son las que más tiempo dedican a las labores del hogar. Del total de horas, los hombres destinan un 22% mientras que las mujeres el 77,2%. Además, un 95% de empleadas domésticas son mujeres en México.
Solís se basa en estos datos para descartar que la diferencia demográfica de apenas 2.52% más de mujeres que varones, sea lo que explique porque murieron más féminas con el sismo.
Dada la distr. por sexo de la población en CDMX, la probabilidad de q 2/3 o más de las fallecidas sean mujeres es 0.0000004. No es por azar.
— Patricio Solís (@psolisaqui) 25 de septiembre de 2017
Por ejemplo, Cristina Gómez contó a El País que ella se encontraba trabajando en un séptimo piso como empleada doméstica.
Otra trabajadora doméstica, Mercedes Mondragón, relató que “estaba trabajando cuando empecé a sentir el terremoto. Quise salir, pero el temblor era tan fuerte que preferí quedarme en casa, pedirle a Dios y ponerme en sus manos”.
Aparentemente el perfil de las víctimas del terremoto cabe en el de empleadas domésticas o amas de casa, pero aún no hay datos oficiales sobre ello.
El caso del Colegio Rébsamen también es analizado por Solís, pues el mayor número de trabajadores eran mujeres.
Otro caso que llama la atención por la gran muerte de mujeres, es el del edificio colapsado en la colonia Obrera, donde decenas de mujeres perdieron la vida en la fábrica que desencadenó todo un sinfín de sospechas sobre las condiciones en que trabajaban los empleados.
Para Ximena Andión, directora del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, “el colapso de la fábrica, donde había muchas trabajadoras de manera ilegal, habla de la precariedad laboral que sufre la mujer en México. El caso guarda similitudes con otro del 85 en el que murieron un gran número de costureras y desató protestas por nuestra falta de derechos. 32 años después sigue habiendo mujeres en situaciones similares”.
2) La única fábrica que colapsó tenía un perfil de alta concentración de empleo femenino (costureras)
— Patricio Solís (@psolisaqui) 26 de septiembre de 2017
Las víctimas mayoritarias son mujeres. Las mismas que ocuparon un espacio en fábricas, escuelas, casas. Hoy, la mujer también protagoniza las labores de rescate. Toman pico y pala para buscar a más como ellas.
Andión asegura que ahora, la mujer está más presente en el espacio público “y hemos logrado papeles menos estereotipados”.
Con información de El País