Los bibliotecarios de instituciones públicas en la unión americana se han dado cuenta del incremento de personas con sobredosis en sus instalaciones.
Regeneración, 10 de septiembre de 2016.- Las cualidades de las bibliotecas: acceso público sin restricciones, silenciosas y apacibles, llenos de espacios donde meterse y una mínima interacción con las personas, parecen ser el atractivo para personas que gustan de usar heroína.
Como en el caso de Norflok, Virginia, donde un hombre de 47 años falleció en el baño de una biblioteca. O como en el Batesville, Indiana y New Bruncwicl, Nueva Jersy, donde elementos de la policía revivieron a otras dos personas en los baños.
O el escalofriante descubrimiento de un indigente que pasaba tiempo en la Biblioteca Pública de Oak Park, y fue hallado tres días después de muerto por un empleado de mantenimiento. El tipo sostenía la jeringa vacía y un encendedor cuando fue encontrado.
“Tanto a nivel personal como profesional, todos nos sentimos muy impactados y por supuesto preocupados sobre el hecho de que esto puede suceder en nuestros espacios», declaró el director ejecutivo David Seleb, quien canceló el servicio de la compañía de seguridad responsable de despejar la biblioteca antes de cerrar.
El problema de uso de drogas han generado una gran cantidad de decesos en diferentes lugares públicos en Estados Unidos sobre todo si son gratuitas y están a disposición de cualquier persona que quiera ingresar y permanecer el tiempo sin necesidad de trámites ni interacción.
Vía Excélsior