#SuaveMatria: ¿Qué esconden los comunicadores reacios a la réplica presidencial?

Por Beatriz Aldaco

RegeneraciónMx.- Un argumento válido para rechazar la nueva sección de las conferencias matutinas presidenciales denominada “Quién es quién en las mentiras” habría sido que en México no existen comunicadores que mienten a la población, pero ninguno de los periodistas que expresó su indignación frente a la iniciativa se atrevió a afirmar algo así. Intentaremos exponer, entonces, lo que consideramos que está en la simiente de sus vociferaciones:

1.- Que añoran la investidura presidencial del pasado. (O de cómo no poder vivir sin las simbólicas cabelleras engominadas).

Echan de menos añejas formas de hacer política. La aureola de realeza que circundaba a los expresidentes los situaba en un plano superior que no admitía una comunicación horizontal ni con la ciudadanía ni con la prensa. Se mantenían en un pedestal, no sostenían diálogo directo y transparente ni con el pueblo ni con los comunicadores. López Obrador rompió con ese precepto no escrito y sus detractores no lo pueden admitir y asimilar. Sin embargo, en sentido inverso practican la vía vertical: pretenden que su palabra constituya un monólogo y no que forme parte de un diálogo. Se dirigen al presidente de tú a tú pero no toleran qué él les hable a ellos de la misma manera.

Esto dijo Carmen Aristegui: “La crítica sobre el trabajo de los periodistas debe ser desde la sociedad y hay otras vías para los señalamientos desde los poderes que componen al Estado…”. Y Témoris Grecko: “AMLO comete el error de elevar a su nivel (sic) a ciertos periodistas”.

2.- Que ejercen un poder enorme pero simulan estar en desventaja. (O de cómo los victimarios pretenden aparecer como víctimas).

Fingen no conocer el influjo del llamado Cuarto Poder, que ha sido capaz de derrocar gobiernos y destruir regímenes. Hablan de «relación desigual» como si desconocieran la magnitud de su ascendencia en la sociedad. Desde sus poderosas y penetrantes plataformas, Javier Solórzano expresó que la “relación entre medios de comunicación, redes y el presidente es desigual”, mientras que Ricardo Raphael dijo que se trataba de un evento “esencialmente desigual”. ¿Desconocerán el poder que tienen los medios que les pagan? ¿Ignorarán realmente la penetración de sus palabras?

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3.- Que sus refutaciones están dirigidas a sus propios supuestos, no a la información brindada. (O de cómo entrar en diálogo consigo mismos y no con las declaraciones reales).

Según la comunicación oficial el objetivo de “Quién es quién en las mentiras” es desmentir fake news proporcionando a la sociedad información correcta sustentada en bases y documentos fidedignos, pero la mayoría de los opinantes que se oponen a la sección no se limita a refutar tal explicación, sino que bordan sobre sus propios prejuicios. Raymundo Riva Palacio escribió que el Presidente intenta “llevar a cabo la previa censura, prohibida por la Constitución de la CDMX, e intentar mediante los juicios sumarios mañaneros, la intimidación”.

Desmentir una nota falsa no es censura, ni implica lanzar un juicio sumario, ni intimidar; es un asunto de ética periodística: garantizar a la sociedad el derecho a la información veraz. La prueba de que no hay tal intimidación es que cuando se ha exhibido a comunicadores que mienten, éstos han continuado ejerciendo con libertad su oficio, como el mismo Riva Palacio y sus pares.

4.- Que son afectos asiduos al catastrofismo y a los motes. (O de cómo hacer gala de la agorería apocalíptica).

El Presidente y el nuevo ejercicio han despertado la habitual costumbre de la prensa opositora de acuñar motes que aseguran y auguran escenarios catastróficos: “árbitro de la verdad” y “perseguidor de la libertad de expresión” le ha llamado Héctor de Mauleón al Presidente, mientras que a la iniciativa la califica de “ocurrencia profundamente autoritaria”, “nuevo tribunal de la verdad”, “moderna inquisición” (¡!).

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El mismo comunicador, sin percatarse de su contradicción, señala al final de su texto que “La información errónea o dolosa debe ser combatida únicamente con información”, lo cual se corresponde con el objetivo de la nueva sección. Como parte de los retiembles de victimización anticipada, Ricardo Raphael escribió que la encargada del nuevo apartado, Ana Elizabeth García Vilchis, “hará las veces de verdugo”.

5.- Que proporcionan información falsa en sus réplicas. (O de cómo mentir mientras presumen no mentir).

Ricardo Raphael plasmó: “López Obrador precisó que no habrá derecho de réplica para los aludidos ya que, aunque supuestamente le gustaría, no podría entregar tiempo, durante la mañanera, a las voces aniquiladas (sic) bajo sus órdenes”, pero lo que está registrado en la versión estenográfica de la conferencia del 30 de junio pasado son las siguientes palabras del Presidente: “Ah, si mandan réplicas, aquí se dan a conocer, que manden a Comunicación las réplicas y aquí se contestan. También pueden venir, pero es tan evidente, o sea, ¿qué más pruebas que sus textos?”.

Conclusión, sí hay derecho de réplica: Ricardo Raphael difundió información falsa, señal de la utilidad del nuevo capítulo semanal de las mañaneras.

* Escritora, editora, articulista y promotora cultural. Licenciada en Literaturas Hispánicas por la Universidad de Sonora (USON) y maestra en Historia de México por la FFYL de la UNAM, es Investigadora y catedrática en las áreas de literatura y humanidades.