El internet se ve amenazado por el cambio climático ya que la infraestructura de telecomunicaciones está enterrada en regiones costeras
Regeneración, 19 de julio del 2018. Investigadores de la universidad de Wisconsin Madison advirtieron sobre los posibles daños a la infraestructura del internet por la subida del nivel del mar, toda vez que las previsiones de este fenómeno ocasionado por el cambio climático se concretarían en 15 años y no en 50 años como se tenía previsto.
La subida del nivel del mar es una amenaza para Internet, pues gran parte de la infraestructura de las telecomunicaciones está enterrada en regiones costeras densamente pobladas, las cuales se inundarán.
Según el estudio realizado por investigadores de las universidades de Wisconsin-Madison y de Oregón, este suceso se concretará en apenas 15 años, cuando hasta ahora se creía que tardaría cinco décadas.
«La inundación afectará a los cables de fibra óptica enterrados, los centros de datos, los intercambios de tráfico y los puntos de terminación, relacionados con la vasta red de información global, explica Paul Barford, autor principal del estudio», señalaron las universidades.
El estudio, realizado por el ex alumno de Barford Ramakrishnan Durairajan, ahora de la Universidad de Oregón, y Carol Barford, director del Centro de Sostenibilidad y Medio Ambiente Global de UW-Madison, es la primera evaluación del riesgo del cambio climático en Internet.
«Sugiere que para el año 2033 más de 4,000 millas de conductos de fibra óptica enterrados estarán bajo el agua y más de 1,100 puntos de tráfico estarán rodeados de agua»; según publico la propia Universidad de Wisconsin.
Las ciudades estadounidenses más susceptibles, según el informe, son Nueva York, Miami y Seattle, pero los efectos no se limitarán a esas áreas y se propagarán a través de Internet, dice Barford, lo que podría alterar las comunicaciones globales.
Agrega que la pesquisa es la primera evaluación del riesgo del cambio climático en Internet.
Sugiere que en 2033 más de seis mil kilómetros de conductos de fibra óptica de Estados Unidos estarán enterrados bajo el agua y más de mil nudos de tráfico serán rodeados por este líquido.
Nueva York, Miami y Seattle, son las ciudades estadounidenses más amenazadas, pero los efectos no se limitarán a esas áreas y se propagarán a través de internet, lo que podría alterar las comunicaciones globales.
Lo anterior está plasmado en un informe que combinó datos de un mapa global completo de la estructura física de Internet de Estados Unidos, así como de proyecciones de las incursiones en el nivel del mar de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.
Gran parte de la infraestructura en riesgo ya está cerca del nivel del mar, por lo que los cables de fibra quedarán expuestos con solo un ligero aumento en los niveles oceánicos, señalan los investigadores.
Añaden que los cables de fibra óptica enterrados están diseñados para ser resistentes al agua, pero a diferencia de los marinos que transportan datos de continente a continente bajo el océano, no son impermeables.
El riesgo está acoplado a los grandes centros de población que existen en las costas, pues es en esos lugares donde los cables marinos transoceánicos que sostienen las redes de comunicación globales llegan a tierra.
También, gran parte de los datos que transitan por Internet tienden a converger en un pequeño número de cables de fibra óptica que conducen a grandes centros de población.
El impacto de la mitigación, como los diques que pueden construirse para contener el empuje del mar, es difícil de determinar, afirma Barford.
La primera medida será endurecer la infraestructura, pero es imposible evitar la elevación del nivel del mar, por lo que los efectos no tardarán en aparecer, concluyó el investigador.