Taquería corre a adulto mayor por ser pobre; comió sus ‘taquito’ en la calle

Se observa como una mujer, emplead de la taquería se acerca al hombre y le dice algo, en la siguiente imagen el señor se encuentra sentado en la acera de enfrente con un bolsa de comida.

Regeneración, 22 de septiembre del 2018.-En redes sociales circula el testimonio de una ciudadana sobre la discriminación que sufrió un adulto mayor en una taquería de Morelia, Michoacán.
La mujer indignada por el acto de clasicismo, dijo: «Que triste e impotente es ver que humillen gente, nada más por su apariencia y humildad! Cuando en realidad son personas de una humildad enorme en el corazón llenas de luz!».
En la publicación, aparecen dos fotografías, primero de un hombre sentado en la mesa de la taquería El Infierno, y en otra en la calle, bajo la sombra de una árbol.
En las fotografías se observa como una mujer se acerca al hombre y le dice algo y en la siguiente imagen el señor se encuentra sentado en la acera de enfrente con un bolsa de comida.

Según la mujer, «es la segunda vez que en este establecimiento de comida (Taqueria el INFIERNO de la Lázaro)» sucede un acto de rechazo a las personas humildes.
«Hoy le tocó a una persona de la tercera edad que sólo entró a tomar un descanso y a comerse unos dulces de los mismos que anda vendiendo para ganarse la vida… en ningún momento molesto a nadie, ni pidió una limosna ni mucho menos solo estaba fatigado! al minuto lo abordaron los mismos del personal para hacerlo sentir mal! Y obvio correrlo…«, se indica en la publicación.
Luego, al percatarse del suceso, le ofrecieron uno tacos al humilde señor, «a lo cuál contestó con una sonrisa en la cara que si pero que para llevar, que por que ahí el solo estorbaba 😭 y que prefería comerlos afuera con la naturaleza».
Posteriormente, «salió del lugar con sus taquitos y frijoles bendiciéndonos con todo su corazón y enseñándonos de nuevo que el mundo está lleno de tanta maldad y que nada nos cuesta ayudar al prójimo sin esperar nada a cambio!«.
Al final, indicaron que al salir «ahí estaba él, bajo un árbol empezando a comer» sus humildes alimentos.