La empresa tuvo el año menos rentable en más de una década; despidos, cancelación de contratos y burla entre los mexicanos, describe el año de Televisa.
Regeneración 11 de enero 2017.- El 2016, Televisa lo cerró como el año menos rentable para la empresa en más de una década, lo cual, los obligó a terminar programas, cancelar contratos y eliminar puestos de trabajo, todo esto en medio de acusaciones por soborno.
Además, Citibanamex informó que el aumento en la audiencia de Tv Azteca y la baja en ingresos publicitarios, redujo la participación del Televisa en 6%.
Otro contratiempo más para la empresa mexicana, que podría traerle un 2017 igual o más difícil, es la entrada a la presidencia de Donald Trump, ya que la caída en el valor del peso, hace más difícil que Televisa logre pagar su deuda usando moneda local.
Tan sólo el día de ayer, sus acciones cayeron otro 2.65%, por lo que, del cierre de 2015 a la actualidad, se acumula una caída del 12.2 por ciento. Aunado a esto, sus certificados estadounidenses de depósitos en custodia han perdido casi la mitad de su valor desde junio de 2015.
Como respuesta ante el difícil año y al fracaso de muchas de sus nuevas propuestas televisivas, la empresa mexicana decidió eliminar 1,200 puestos de trabajo en el tercer trimestre del año pasado, en un esfuerzo para reducir costos.
También contrataron a un experto en televisión hispana, para tratar de realizar nuevos contenidos que puedan competir contra éxitos como “Club de Cuervos” de Netflix, sin embargo, Televisa reconoce que revertir los ratings es una cuestión de tiempo.
Televisa, no únicamente sufrió fuertes dificultades en rating, credibilidad, publicidad y patrocinios, sino que también tuvo problemas legales, después de que un anónimo de 15 hojas llegara a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados unidos en mayo, acusando a ejecutivos de la empresa de promover propaganda política en los espectadores y después recibir millones de dólares de los gobiernos federal y estatal.
Además, uno de sus altos ejecutivos, fue señalado como partícipe en un caso de corrupción de la FIFA, por haber presuntamente sobornado con millones de dólares para recibir los derechos de la transmisión de los mundiales a realizarse en América Latina.
Con información de El Financiero y Expansión.