Puertos, aeropuertos, carreteras, ferrovías, energía, petróleo, electricidad, gas, son algunos de los 34 sectores que se abrirán para que se sometan a concesiones.
Regeneración, 30 septiembre 2016.- Michel Temer, Presidente interino de Brasil, dijo que su Gobierno aspira a «vacunar» a su país contra el populismo fiscal con una reforma constitucional que limite los incrementos del gasto público. Para ello, Temer también confirmó que está en curso la privatización de 34 empresas estatales de áreas estratégicas del país.
Dijo que se están abriendo 34 oportunidades de concesiones en área de puertos, aeropuertos, carreteras, ferrovías, energía, petróleo, gas etc. Afirmó que, “con esto estamos abriendo y universalizando el mercado brasileño, en la convicción de que para combatir el desempleo y hacer que el país crezca es necesario incentivar la industria, los servicios, el negocio del campo, además de restablecer la confianza, porque se dio un momento en que se perdió la confianza en el país”.
El Programa de Asociaciones de Inversiones (PPI), estará a cargo de las privatizaciones, al mando de Moreira Franco, político especializado en las privatizaciones durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso.
Los aeropuertos de Florianópolis, Salvador, Fortaleza y Porto Alegre entran en el paquete de privatizaciones anunciado el pasado martes. Esto era considerado por Dilma Rousseff, pero a diferencia de ella, Temer no exige que los adjudicatarios de las licitaciones tengan como socia en la operación a Infraero, administradora estatal de los aeropuertos. Tal es el caso de los aeropuertos privados de Guarulhos, Galeão y Brasilia.
También está a la venta parte de los activos de la estatal Eletrobrás, en el sector eléctrico. El ministro de Minas y Energía, Fernando Bezerra Coelho Filho, afirmó que habían sido localizadas 179 Sociedades de Propósito Específico (SPE) con participación de Eletrobrás que pueden ser vendidas por hasta 20 mil millones de real brasileño (más de 6 mil 100 millones de dólares).
Para la próxima semana se prevé discutir en la Cámara Baja un proyecto de reforma a la ley de explotación petrolera y retirar la obligatoriedad de que Petrobras (sumida en una crisis histórica por la enorme deuda y los escándalos de corrupción) sea operador con al menos 30 por ciento de participación en los campos de pre-sal.
La privatización de carreteras, puertos, aeropuertos y la venta de activos de Eletrobrás y Petrobras, afectarán la vida de millones de trabajadores que ya sufren la deficiencia y precariedad de los servicios de muchas de estas empresas. Organizar la resistencia contra las medidas del gobierno de Temer es una exigencia de primer orden y así lo han entendido los brasileños.
Con información de La Jornada y Telesur