Por José Alfredo Gutiérrez Falcón
En la campaña presidencial de Donald Trump, se utilizó el ataque a nuestros hermanos migrantescomo un principal detonador. Mientras Trump atizaba su discurso con reiteradas ofensas al pueblode México, Enrique Peña Nieto dio muestra de su falta de sensibilidad y pericia política, invitando al iracundo candidato republicano a visitar nuestro país, el día 31 de agosto, del año 2016.
El magnate norteamericano, después de haber recibido un inmerecido trato de jefe de Estado, regresó de inmediato a EUA, para asistir ese mismo día a un evento masivo en Phoenix, Arizona. En este acto, Trump hizo más honda la humillación hacia nuestra nación, al presentar un decálogo contra los migrantes mexicanos. Por si esto fuera poco, el entonces candidato, arengó frente a la multitud: «México pagará el muro. Al cien por cien. Ellos aún no lo saben, pero lo van a pagar».
El martes 8 de noviembre del 2016, Donald Trump, gana las elecciones presidenciales, frente Hillary Clinton. Dos meses más tarde, el autor Del arte de la negociación, toma posesión como presidente de Estados Unidos, el 20 de enero de 2017. Ese mismo día, López Obrador lanza desde la ciudad fronteriza de Acuña, Coahuila, un decálogo para apoyar a los migrantes mexicanos en los Estados Unidos. En elprimer punto de este documento, le propuso a Peña Nieto una reunión urgente con el presidente de Estados Unidos para hacer valer los derechos humanos de quienes, por falta de oportunidades, tuvieron que emigrar al norte.
Un poco después, AMLO realizó una gira por 6ciudades de norteamericanas para defender a nuestros hermanos en aquel país. La gira inició el 12 de febrero en Los Ángeles, para después seguir su recorrido hacia Chicago, Laredo, El Paso, Phoenix, San Francisco y Nueva York.
En la ciudad de los Dodgers, López Obrador abrió su discurso con una frase bíblica: “no explotarás al jornalero humilde y pobre, ya sea uno de tus hermanos o un forastero que resida en tus ciudades”. En un viraje de su alocución, AMLO pasó de una cita religiosa, a la mención de un siniestro personaje, muchas veces mencionado como anticristo: “Claro que existe un malestar por el desempleo y los bajos ingresos, así como en la Alemania anterior a Hitler había descontento por la inflación. Pero culpar de estas desgracias a determinados grupos sociales o culturales, nacionales o extranjeros, tiene una obvia connotación política”. Cuatro meses después, de su visita a EUA, López Obrador nos ofreció un relato de esta gira, en su libro “Oye, Trump”.
Ya como presidente de la República, a los once días de su gobierno, López Obrador brindó amplia seguridad a nuestros paisanos en Estados Unidos, para visitar a sus familiares en navidad y año nuevo,sin ser extorsionados, como ocurría en el pasado. Al día siguiente, el 12 de diciembre, del 2018, AMLO sostuvo la primera llamada telefónica con el presidente Donald Trump. Uno de los tres temas de su conversación fue el migratorio.
En el primer trimestre del 2019, recibimos 36,048 millones de dólares, en remesas provenientes de Estados Unidos. Esta fue una cifra inédita, que representó un aumento del 7% respecto a los tres primeros meses del 2018. A partir de ese momento, los subsecuentes envíos de dinero, han seguido batiendo récords tal como lo mencionó López Obrador en su Tercer Informe de Gobierno.
Mucho se ha dicho que el aumento de las remesas, se debió al surgimiento de la pandemia ocasionada por el COVID-19, pero el primer caso en el país, se registró el 27 de febrero de 2021. Yo me atrevo a pensar que el aumento histórico de las remesas se debe, en principio, a tener a un gran defensor de nuestros migrantes, en la Presidencia de México.