Por José Alfredo Gutiérrez Falcón
A propuesta de Noruega, nuestro país será la sede de una mesa de diálogo, entre representantes del gobierno de Venezuela, y la oposición de esta nación hermana. Una vez más, México toma un lugar de gran importancia en la escena internacional. Apenas el 24 de julio del presente año, el presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció a favor de la desaparición del embargo económico estadounidense contra Cuba. Lo anterior, en el marco de la celebración del natalicio de El Libertador, Simón Bolívar.
¿Por qué Noruega pensó en México para llevar a cabo este encuentro?
Buscando algunas similitudes entre ambos estados soberanos, podemos partir desde el aspecto político. En el 2019, la izquierda noruega ganó de manera aplastante, las elecciones municipales. En el 2018, la candidatura de AMLO, arrolló a la oposición en una histórica elección federal. En 2021, la izquierda mexicana le ganó 2 gubernaturas al Partido Acción Nacional (PAN), y 8 al Partido Revolucionario Institucional (PRI). En este mismo año, Noruega muestra a un mes de su elección nacional, un panorama donde la socialdemocracia, aventaja al menos con 4% a la ultraderecha. De tal suerte, ambas naciones, viven nuevos vientos progresistas.
Otra similitud, es que Noruega y México son países petroleros. Sin embargo, el desorden que vivió Petróleos Mexicanos (PEMEX) en los 32 años de la era neoliberal, dista mucho del ejemplar modelo petrolero noruego. Una diferencia radicalmente opuesta es que en el país nórdico el petróleo lo maneja gente con alta capacidad técnica, en todos los niveles.
Mientras que en México por décadas fue manejado por políticos corruptos que, dicho sea de paso, desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari se dedicaron a desmantelar a la paraestatal, creada por decreto presidencial del Generalísimo Lázaro Cárdenas del Río, el día 7 de junio de 1938. Probablemente las autoridades noruegas vean con buenos ojos los cambios profundos que está haciendo el gobierno de la Cuarta Transformación Nacional en PEMEX, como el de no ordeñarla de manera inmisericorde, así como el haberle quitado una gran carga fiscal.
Siguiendo con el tema energético, una gran parte de los ingresos del estado noruego llegan a través de la industria hidroeléctrica. El gobierno de la 4T está invirtiendo este año 2021, 6 mil millones de pesos para rehabilitar 60 hidroeléctricas, que los anteriores gobiernos entreguistas dejaron sin funcionar para que las empresas españolas nos vendieran sus “energías limpias”. Quizá a los noruegos les parezca bien que México siga su ejemplo, y ya no sea una tierra de conquista.
Otra gran coincidencia es que Noruega, desde hace 30 años, instauró un sistema de bienestar, basado en salud, educación y vivienda. López Obrador nos ha dicho en repetidas ocasiones, que debemos olvidarnos un poco del Producto Interno Bruto (PIB), para pensar más en el bienestar. Inclusive AMLO ha revelado que trabaja en la creación un sistema de medición, que no se basa totalmente en el crecimiento económico. Esto que plantea nuestro presidente, sucede en Noruega. En aquel país escandinavo, existe un sistema de media, basado en el Desarrollo Humano. Este cálculo se realiza en cooperación con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El 13 de febrero del 2019, Grete Faremos, directora ejecutiva de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, estuvo en Palacio Nacional. Fue notoria su emoción al escuchar el discurso de Andrés Manuel López Obrador. El motivo de su visita fue la firma de un convenio marco, para la asesoría en materia de compras, desarrollo sustentable y proyectos en materia energética.
En el mismo acto, la también secretaria adjunta de la Organización de Naciones Unidas destacó que fue el gobierno de AMLO que solicitó la asesoría de la UNOPS. Uno de los frutos de este convenio fue la compra consolidad de medicamentos con licitaciones internacionales, generando, según datos de la ONU, ahorros hasta por 117 millones de dólares, cuando en los tiempos del saqueo neoliberal, y más concretamente, entre el año 2012 y el 2018, solo 10 empresas, concentraban el 80% de las ventas de medicamentos al gobierno federal, las cuales ascendieron en esa época, a 335,342 millones de pesos.
Seguramente, al ver esta Cuarta Transformación Nacional en nuestro país, los noruegos dijeron: “Proponemos a México”.
Twitter: @gutierrezfalcon