Tierra de cárteles, el reportaje que compite por el Oscar

El documental fue planteado como un ejercicio periodístico pues “no es una película de drogas o cárteles, sino una búsqueda de sentido”, dijo uno de sus creadores.

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Regeneración 28 de febrero del 2016.- Tierra de Cárteles , un documental que compite este domingo 28 de febrero, por un premio de la Academia, el cual retrata dos historias que se inscriben dentro de un problema común: el movimiento de los grupos de autodefensas, que surgieron en Michoacán en febrero de 2013 para combatir a Los Caballeros Templarios , y del Arizona Border Recon, una organización estadounidense que patrulla la frontera entre México y Estados Unidos para repeler las actividades del crimen organizado en la zona.

“En Tierra de Cárteles el tema principal, en las dos historias, aún siendo muy distintas las condiciones de los lugares en los que viven, los dos ‘personajes principales’, José Manuel Mireles y Tim ‘Nailer’ Foley piensan que su gobierno no está haciendo su trabajo, y que les toca a ellos tomar la ley en su propia mano y tratar de reparar las cosas que hacen falta en su sociedad”, comenta Myles Estey, periodista canadiense que vive en la Ciudad de México y co productor del documental en entrevista con Animal Político.

De manera constante y de diferentes maneras, Tierra de Cárteles plantea la misma pregunta que Mireles a lo largo de su duración. “Al fondo de esta historia -explica Myles-, el tema central es cuándo las personas pasamos esta línea invisible en la que ya es tiempo de levantarse en armas. Según los testimonios que escuché, mucha gente sufrió actos de violencia y crueldad que uno no debería vivir. Y eso no es para justificar la violencia de ninguna manera, pero puedes entender un poco que, después de empujar a una persona a tanta violencia y tanto horror, la gente va a reaccionar. En el caso de Michoacán, muchas personas sintieron que se rebasaban los límites, y decidieron que era tiempo de buscar una alternativa de lo que vivían”.

Aunque lo interesante de Tierra de Cárteles, además del tratamiento que hace un tema trascendente a través de una narrativa hecha a partir de testimonios conmovedores, es que se trata de un ejercicio esencialmente periodístico. Como lo mencionó Alejandro Hope en un artículo publicado en septiembre de 2015 en El Daily Post, Tierra de Cárteles no es una película de drogas o cárteles, sino una búsqueda de sentido.

“El documental, cada persona lo ve como lo quiere ver, pero principalmente es un proyecto de periodismo. Estábamos documentando un movimiento, tal vez no de la misma manera en que un periódico lo haría pero de todos modos intentamos cubrir cada paso. La situación cambiaba cada semana, a veces cada día, entonces siempre procuramos investigar y escuchar los testimonios de muchas personas”, cuenta.

Heineman se puso en contacto con Damon Tabor, y empezó a grabar en Arizona. “Pasaron más o menos cuatro o cinco meses grabando con la idea de hacer un documental sobre ‘Nailer’, su grupo y el fenómeno de la frontera, pero en el transcurso, Matt comenzó a escuchar de las autodefensas en México”, explicó Myles.

Myles fue uno de los responsables de la logística en México y realizó gran parte de las entrevistas debido a que Heineman no habla español.

Pero no a todo mundo le gusta estar frente a una cámara y platicar con periodistas. “En cualquier situación de periodismo en general, sobre todo si estás trabajando con temas delicados, no siempre puedes ir y preguntar algo. Todos los colegas en México sabemos perfectamente el riesgo que lleva preguntar ciertas cosas, publicar ciertas cosas y a veces el hecho de sólo ver ciertas cosas. Con las autodefensas nosotros nos acercamos al doctor Mireles y le explicamos como a todos los demás que nuestro objetivo era pasar mucho tiempo ahí, documentar la vida del movimiento, documentar la vida de las personas fuera bueno o malo. Y él estuvo de acuerdo, y la mayoría de las personas estuvo de acuerdo”, dijo.

Este domingo, 28 de febrero, cuando Tierra de Cárteles está nominado al Óscar por mejor documental, Myles Estey se pregunta sobre las aportaciones que un proyecto periodístico de esta magnitud tiene: “Creo que sí tuvimos la oportunidad de cubrir una historia de manera “completa” para una hora y media. Cada cosa que ves en el documental, nosotros pensamos cómo iba a explicar mejor la historia. No intentamos poner una respuesta sobre la mesa, más bien es para que la gente se pueda cuestionar lo que ve. La violencia en México ha sido constante pero en cierto modo no es tan visible. Yo espero que a la gente le pueda entender un poco más lo que está pasando aquí pero también se pregunte qué es lo que haría en una situación así, o si es justo lo que están haciendo estos grupos ”.

Vía Animal Político