Paraliza el envío de más miembros de la Guardia Nacional, provenientes de cualquier estado. Protestas frente a edificio de ICE persisten
Regeneración, 6 de octubre 2025– Por segunda vez en dos días, una jueza federal designada por Trump en Oregon asestó un golpe al Gobierno, al bloquear temporalmente el despliegue de miembros de la Guardia Nacional provenientes de cualquier parte de Estados Unidos a Portland.

Decisión
La decisión del domingo por la noche amplió un fallo más limitado emitido el sábado, que impedía al Gobierno enviar miembros de la Guardia Nacional de Oregon a la ciudad más grande del estado.
El presidente Donald Trump ha dicho que el despliegue es necesario para contener las protestas, una afirmación que autoridades locales y estatales han rechazado enérgicamente.
“No hay una rebelión en Portland”, afirmaron ambos estados en la moción con la que pidieron ampliar la orden.
“No existen leyes que los demandados no puedan ejecutar con fuerzas regulares en Portland”.
Portland
Portland es una de varias ciudades gobernadas por demócratas donde el Gobierno de Trump ha pedido el despliegue de militares federales.
Ha usado el argumento de proteger al personal y los bienes federales de inmigración, en el marco de su amplia ofensiva contra los inmigrantes indocumentados.

Durante la audiencia, la jueza Karin Immergut interrumpió en varias ocasiones al abogado del Departamento de Justicia, Eric Hamilton.
Expresó su frustración por lo que describió como un intento evidente de sortear su orden del sábado.
“Señor Hamilton, usted es funcionario del tribunal. ¿No están los demandados simplemente eludiendo mi orden?”, dijo Immergut.
La jueza señaló que la orden del sábado —que bloqueaba el envío de la Guardia Nacional de Oregon a Portland—…
…se basaba en su conclusión preliminar de que el presidente había excedido su autoridad constitucional al federalizar a los militares…
…ya que las protestas en Portland “no representaban un ‘peligro de rebelión’”.

El fallo
Al conceder una segunda orden de restricción temporal, el domingo, Immergut bloqueó al Gobierno de Trump “de desplegar miembros federalizados de la Guardia Nacional en Oregon”.
También denegó la solicitud del Departamento de Justicia de suspender la aplicación del fallo.
La orden estará vigente hasta el 19 de octubre, y se ha programado una audiencia para el 17 de octubre, en la que se decidirá si se extiende por otras dos semanas.

Mientras el despliegue se debatía en tribunales, las protestas y contraprotestas cerca de la sede de ICE en el sur de Portland continuaron el domingo por la noche.
La Policía de Portland informó de dos arrestos durante la noche, lo que eleva el total a 36 desde junio, cuando comenzaron las protestas nocturnas fuera del edificio.
Esta cifra no incluye detenciones realizadas por agentes federales.

Reacciones opuestas
Alrededor de 100 miembros de la Guardia Nacional de California llegaron a Oregon temprano el domingo.
Se esperaba que ese número se duplicara antes de que la jueza emitiera su orden.
“La actuación del presidente Trump es un intento de ocupar e incitar a las ciudades y estados que no comparten su visión política.

Creo que debemos esperar que continúe llevando su autoridad al límite”, dijo la gobernadora de Oregon, Tina Kotek, en un comunicado el domingo por la noche.
“El presidente puede esperar que Oregon le haga frente en cada paso”.
El secretario de Justicia de Oregon, Dan Rayfield, celebró el fallo de Immergut en una publicación en redes sociales:
“El presidente no puede seguir jugando al gato y al ratón con unidades de la Guardia de distintos estados para evadir las órdenes judiciales y el estado de derecho”.
En un video, añadió: “Esperamos que el Gobierno federal intente apelar este fallo”.

Gavin Newsom
“Acabamos de ganar en tribunales —otra vez—”, escribió en X el gobernador de California, Gavin Newsom, en referencia al fallo del domingo.
“El abuso de poder de Trump no prevalecerá”.
Antes del fallo, Newsom había prometido demandar por el despliegue de militares de California en Portland.

“Esto no tiene que ver con la seguridad pública, tiene que ver con el poder.
El comandante en jefe está usando a las Fuerzas Armadas de EE.UU. como arma política contra ciudadanos estadounidenses”, dijo en un comunicado.
Por su parte, Stephen Miller, secretario general adjunto de la Casa Blanca, criticó duramente el fallo del domingo.
Lo calificó como “una de las violaciones más atroces y estruendosas del orden constitucional que hemos visto”.

Chicago y otras ciudades
La otra ciudad en el centro de las medidas del Gobierno durante el fin de semana fue Chicago.
Allí, Trump autorizó el despliegue de 300 miembros de la Guardia Nacional de Illinois para “proteger a agentes y activos federales”.
Esto, frente a “disturbios violentos y la anarquía en curso” pese a las objeciones de autoridades locales y estatales.
Es una estrategia que Trump ya había aplicado en junio en Los Ángeles, para contener protestas contra ICE;
Fue la primera vez en más de medio siglo que un presidente federalizaba a la Guardia Nacional en contra de la voluntad de un gobernador estatal.
“Quieren el caos en las calles”, dijo el gobernador de Illinois, JB Pritzker, a Jake Tapper de CNN el domingo.
Zona de guerra
“Quieren crear una zona de guerra para poder enviar aún más militares”, agregó, en referencia a la masiva redada de ICE en Chicago la semana pasada.
En ella, se rompieron ventanas y se detuvo a decenas de personas durante la noche.
“Los valientes hombres y mujeres que sirven en nuestras guardias nacionales no deben ser usados como elementos políticos decorativos”, añadió Pritzker.

“Se han realizado 273 arrestos en menos de una semana y se han incautado 73 armas ilegales”, dijo la secretaria de Justicia, Pam Bondi, en X el domingo.
Aunque ese grupo está compuesto por agentes federales, la Guardia Nacional todavía no ha sido activada oficialmente en Memphis.
No se espera que esté operativa durante “un par de semanas más”, explicó la jefa de Policía de Memphis, C.J. Davis, en una reunión comunitaria el jueves.














