Top de los siete fracasos de Google en toda su historia

En la historia de Google no todo son alegrías. En este artículo hemos recopilado algunos de sus fracasos más sonados: millones de dólares en proyectos que finalmente no han salido adelante

Regeneración, 22 de septiembre de 2018.– Google es una de las mayores compañías del mundo, de las más poderosas. Tiene la capacidad de convertir en oro todo lo que toca… o casi. Aunque su historia está plagada de éxitos, como por ejemplo Android o el propio buscador web, no todos los lanzamientos de Google han terminado bien, y es que también acumula un largo historial de fracasos.
Entre los productos fracasados de Google hay algunos que aún siguen activos, aunque agonizando lentamente. En otros casos, la compañía ha decidido cerrar el servicio de forma prematura o sustituirlo por otro supuestamente mejor.
Seguramente has sido usuario de algunos de los fracasos de Google, que ahora se lo piensa muy mucho antes de aventurarse en ciertos sectores, sobre todo en el de la mensajería online, algo que se le resiste de forma insistente desde hace años.
Curiosamente, pese a estos reveses, Google sigue multiplicando su ecosistema de aplicaciones y servicios, mayoritariamente exitoso. Además, cuenta con un aliado fundamental para sacar adelante sus proyectos: Android, sistema operativo en el que no ha dudado a la hora de preinstalar sus nuevas apps.
Poco a poco Google va llegando a más sectores. ¿Cuál será su próxima aventura? De momento echaremos la vista atrás para repasar los productos con los que no han tenido suerte.
Google Plus

No cabe duda de que es el fracaso más sonado de la historia reciente de Google. Su red social, pensada para competir contra Facebook, quedó rápidamente en el olvido. No sólo con el paso de los años ha envejecido y quedado en desuso, sino que jamás llegó a cumplir las expectativas.
Pese a los intentos de la compañía por hacer que sus usuarios compartieran contenido y participasen, nunca consiguieron hacerlo. Y eso que Google+ estrenó algunas ideas novedosas, como por ejemplo los círculos en los que podías elegir con quién querías compartir tus publicaciones.
Actualmente sigue funcionando, aunque casi con total seguridad es cuestión de tiempo que eche el cierre. Ha quedado como una reliquia de la época en la que era factible discutir el liderazgo social a Facebook, antes de que el propio Facebook entrase en declive.
Wave

Google Wave llegó en 2009 y cerró apenas un año después porque nadie usaba su servicio, o así lo justificó Google. Probablemente sea cierto, aunque a la base de usuarios fiel que mantenía no le gustó nada la decisión.
Este fracaso rotundo de Google tiene más que ver con una mala estrategia de contemporización, y es que quizás llegó demasiado pronto. Actualmente tendría mucho más sentido, ya que integraba la edición de documentos de forma colaborativa, las listas de tareas y la mensajería, algo así como un todo en uno para grupos de trabajo.
Ahora mismo, ocho años después, todos estos servicios han sido integrados en la última actualización de Gmail, una forma de reconocer el buen terreno de pruebas que fue Wave en su día.
Buzz

Este es otro de los productos fallidos de Google. Sólo duró un año, de 2010 a 2011. Fue inmediatamente fagocitado por Google+, servicio que prometía integrar todos los demás.
Tampoco es que Buzz consiguiera una gran aceptación entre los usuarios de Google, y es que apenas tenía unos pocos miles de ellos. Este servicio de mensajería era similar a Twitter, aunque los múltiples fallos de programación y desarrollo lo relegaron a un tercer o cuarto plano.
Es una muestra más de cómo Google ha intentado y fallado a la hora de intentar ganar cuota de mercado en redes sociales, intentos que por fortuna parecen haber terminado.
Allo y Duo

Vamos ahora con un par de aplicaciones mucho más recientes y que Google aún no ha dado por fracasadas. Son Google Allo y Duo, anunciadas a bombo y platillo hace un par de años. Aún reciben actualizaciones, aunque la base de usuarios parecer ser bastante escasa.
La primera de ellas, Allo, fue lanzada para competir contra WhatsApp y es una app de mensajería instantánea. La segunda, Duo, viene preinstalada en muchos dispositivos Android y va a por el público de Skype y Facetime.
No obstante, el éxito no ha sido fácil para ninguna de las dos, que pelean por retener a unos pocos usuarios. El funcionamiento de ambas es aceptable, e incorporan características novedosas como la integración del asistente virtual Assistant en las conversaciones. Sin embargo, si quieres derribar un monopolio necesitas mucho más que eso.
No sabemos cuándo decidirá Google abandonar Allo y Duo a su suerte, aunque seguramente lo hará tarde o temprano.
Google Video Player

Esta aplicación es de la era preyoutube. Antes de 2006, año en el que la Gran G decidió apostar por el vídeo online,Google Video Player era la app en la que compartir vídeos, una aplicación con buscador integrado y algunas de las características que posteriormente han triunfado.
Ni que decir tiene que cuando Google compró YouTube, procedió a dar carpetazo a este proyecto, cuya interfaz recordaba y mucho a la que ahora mismo luce VLC Media Player.
Fue uno de los primeros casos en los que Google simplemente compró a la competencia en lugar de intentar volar por su cuenta.
Picasa

Picasa fue una página web independiente hasta que Google la compró en 2004. Orientada a la edición online de fotos, era una herramienta ideal para Google, que ya tenía una idea aproximada de su objetivo a medio y largo plazo.
Casi diez años después, Picasa pasó al retiro con el lanzamiento de Google Photos, la que probablemente es la aplicación más útil para dispositivos móviles. Es más moderna y permite copias de seguridad en la nube, aunque también integra algunas de las características originales de Picasa.
La adquisición fue un éxito a largo plazo, pero quizás un proyecto fracasado de Google en aquel entonces, ya que Picasa no sólo no logró crecer, sino que fue cayendo poco a poco en el olvido.
Google Glass

Por últimos, una de las geniales ideas de Google que hicieron mucho ruido y dieron pocas nueces: las Google Glass, unas gafas de realidad aumentada que prometían mucho y que al final fueron todo un fiasco.
Esta tecnología, la AR, serviría en teoría para proporcionar información en tiempo real a sus usuarios, e incluso tendrían reconocimiento facial. La realidad fue que sus errores de diseño y limitaciones tecnológicas la condenaron al fracaso.
Actualmente han resucitado en una versión empresarial, mucho más útil para ciertos sectores.