Peña y Nuño: su reforma educativa no es más que un proyecto inaceptable, premoderno, de administración de recursos humanos mediante el miedo y el soborno.
Por: Manuel Pérez Rocha
Diálogo: a) Escuchemos a los gobernantes: “La aplicación de la evaluación al magisterio garantiza que quienes enseñen serán los docente idóneos; así, la educación va a ser de ‘calidad’ y se van a resolver todos los problemas del país”. b) Escuchen Nuño, Peña Nieto y acompañantes: esta es su simplista y falsa argumentación para justificar acciones que se han traducido ya en la pérdida de varias vidas humanas y un grave desgaste del mismo sistema educativo. c) Escuchemos: “La aplicación de la evaluación…”. Y así, ad eternum. Repetido hasta el cansancio, su tozudo discurso (Peña, Nuño y acompañantes) ha logrado convencer a quienes, como ustedes, pasan por alto que la educación es quizá el asunto más complejo al que nos enfrentamos, tanto desde el punto de vista individual como desde el social.
Discusión: Un signo de la complejidad de la educación lo aporta el hecho de que ésta es, desde hace siglos, objeto de estudio y ricas discusiones en disciplinas como la filosofía (la ética, la epistemología, la filosofía política), la pedagogía, la historia; más recientemente de la sociología, la sicología, la antropología (en especial la etnografía), la economía, la biología, y ahora las neurociencias. Desde hace unas tres décadas, la administración, la disciplina más pobre en el ámbito académico, y como resultado del imperio de la ideología neoliberal, ha pasado a dominar la pragmática perspectiva educativa de muchos gobernantes, entre ellos ustedes.
Peña y Nuño: su reforma educativa no es más que un proyecto inaceptable, premoderno, de administración de recursos humanos mediante el miedo y el soborno. Por unas semanas, fue esperanzadora la creación de un Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), autónomo, responsable de evaluar al sistema educativo nacional y supuestamente dirigido por especialistas en la materia, pero este instituto ha resultado un fraude. Ha traicionado su estatuto autónomo y se ha puesto al servicio de ustedes, de los charros del SNTE y compañía (incluso los escoltan en ceremonias políticas), e ignorando la complejidad de la tarea ha reducido su perspectiva a la de la técnica, específicamente a una visión muy simplona de sociometría, y a la de la sicometría, caduca y profundamente antipedagógica especialidad de la sicología.
Ni ustedes, ni quienes los secundan, dan una argumentación sólida de su propagandista discurso, ni evidencias producto de alguna investigación. La afirmación de que las evaluaciones que están aplicando garantizan que los maestros serán los idóneos para la enseñanza de los niños mexicanos, y que con ello se garantiza la educación de calidad y la salvación de la patria, implica una serie de falsedades.
Es falso que las pruebas que se están aplicando a los maestros determinen la idoneidad o no de los sustentantes; ni siquiera se ha definido un perfil del maestro idóneo para cada nivel y circunstancia. Y esto no puede hacerse porque tampoco se ha definido el modelo educativo (filosófico y pedagógico) que se busca con la reforma. La tarea del Estado no es garantizar una educación de calidad; se les ha señalado, con fundamento, aunque no lo escuchan, que ese término calidad carece de contenido. Precisamente por su inanidad es bueno sólo para la engañosa publicidad comercial y política. Todo fabricante de jabones puede presumir que su producto es de calidad, siempre será de buena calidad, de mediana calidad o de mala calidad. La palabra calidad nada dice, es eficaz porque sólo sugiere, sin dar alguna posibilidad de que se cuestione su significado.
La tarea del Estado es garantizar una educación con las cualidades específicas que determina el artículo tercero constitucional: “desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentar el amor a la Patria, el respeto a los derechos humanos y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia (…) será laica, se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios (…) [El criterio que la oriente] será democrático, considerando la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo…” ¿Lo conocen en la SEP y en el INEE?
Estos son criterios para armar un modelo serio de evaluación del sistema educativo nacional, que valore los proyectos de reforma educativa, a los funcionarios de la SEP y también a los maestros, pero con esquemas consecuentes con estos principios y respetuosos de los derechos de todos.
También es falso que la educación sea la panacea. Es interesado afirmar, como hacen ustedes –Nuño y Peña Nieto–, atendiendo el criterio de Mexicanos Primero –que sólo la educación de calidad cambia a México. Aquí está ya implícito el decimonónico aserto de que todos los males del país obedecen a las deficiencias de la educación y de los maestros; es una forma de ahuyentar el análisis y juicio de lo que verdaderamente determina los graves problemas nacionales: un sistema económico político inhumano, injusto, destructor, que es urgente cambiar. Su mal llamada reforma educativa es parte de su proyecto político y económico que pretende imponer, particularmente en el riquísimo sur-sureste del país, un régimen de explotación al servicio de los capitales extranjeros (y algunos nacionales), para ello tienen que dar garantías a la inversión (esto es, aniquilar cualquier autonomía o disidencia).
Al pueblo le ofrecen empleos, pero históricamente el capitalismo ha demostrado su incapacidad para incorporar a toda la población. La informalidad, la economía no monetarizada y el desempleo (crecientes aun en el moderno y competitivo México del norte) no son producto de políticas económicas equivocadas, o de deficiencias administrativas, crecen en todo el mundo como resultado de la forma en que el capital hace uso del conocimiento científico y técnico para garantizar las utilidades. El proyecto que ustedes pretenden imponer significaría el abandono de más de la mitad de la población de esas zonas del país, en la práctica un genocidio monstruoso.
La urgente distensión de las fatales turbulencias de hoy, expresamente buscadas con esta reforma por la oligarquía mexicana organizada (declaraciones públicas de Mexicanos Primero), se abrirá paso con la suspensión inmediata de su contrarreforma laboral, la superación de diálogo simulado, y la discusión rigurosa, argumentada, de una auténtica reforma educativa.