La Arquidiócesis criticó que “los representantes populares decidieron subir sus salarios, pese a las circunstancias de pobreza, marginación y urgente reconstrucción que imperan en el país”.
Regeneración, 19 de noviembre de 2017.- En el editorial del semanario Desde la fe, la Arquidiócesis de México criticó los onerosos sueldos de los funcionarios públicos y los comparó con el “miserable salario” que perciben los trabajadores en el país.
Señaló que las marcadas diferencias en los salarios “son el reflejo de las notables desigualdades que guardan, poco a poco, el malestar social que no encuentra un punto de escape. Y parece confirmar lo que cada fin de sexenio aparece cuando las cosas están a punto de concluir. Este es el año de Hidalgo y…”.
Además, criticó que mientras los salarios son exorbitantes, se haya destinado muy poco para la reconstrucción de las zonas afectadas por los sismos del mes de septiembre.
“Sin duda, el problema de la reconstrucción demanda más recursos de los que fueron asignados, pues deben usarse en todo el territorio nacional. El problema se agrava cuando, a pesar de las demandas de recortes a ramos inútiles, se percibe un incremento en las compensaciones y sueldos de altos mandos de la burocracia, rayando simplemente en la obscenidad económica más indignante”.
Añadió que “los representantes populares decidieron subir sus salarios, pese a las circunstancias de pobreza, marginación y urgente reconstrucción que imperan en el país”.
La Arquidiócesis destacó que hablar sobre estos privilegios “no es ocioso”, pues el “funcionamiento de una democracia no puede tolerar estos despilfarros a funcionarios con escasos y cuestionables resultados, mientras un trabajador se le esquilma y regatea un miserable salario de 80.04 pesos al día”.
Enfatizó que el salario ha subido muy poco y que muchas personas siguen viviendo en la pobreza.
“En tres sexenios, del año 2000 al año 2017, el salario mínimo sólo aumentó unos 42.14 pesos, mientras que 62 millones de personas viven bajo la línea del bienestar”.