Los hechos ocurrieron el sábado por la madrugada, cuando presuntos sicarios y elementos de seguridad se enfrentaron en lo que parecía ser una casa de seguridad.
Regeneración, 16 de enero de 2017.- Tres menores de 4,8 y 10 años resultaron muertos en un enfrentamiento entre elementos de seguridad y presuntos sicarios; sin embargo, la madre de los pequeños y la versión de la Procuraduría son diferentes.
Sobre el incidente, ocurrido en la comunidad de Ampliación Cieneguita, circula la versión de las autoridades que dice que, los vecinos del lugar reportaron un balacera en la carretera Dolores Hidalgo-San Miguel de Allende.
Al lugar llegaron elementos policíacos que fueron recibidos a balazos, pero después los presuntos delincuentes huyeron por traspatio del inmueble, lo que permitió a los elementos entrar a la casa, en donde se encontraron a dos personas, Antonio, el velador del lugar y su esposa, Juana, madres de los niños de 11, 8 y 4 años que murieron.
Según el comunicado de las autoridades, cuando llegaron Antonio sostenía un arma y Juana lo acusó de tratar de matarla y de matar a los menores: Juan Adrián, Teo y Gabriel Osvaldo Luna. Entonces, el hombre habría sido detenido y la Procuraduría habría hecho un estudio de balística que dio positivo en ser el arma con la que se había matado a los chicos.
Sin embargo, la mujer desmintió que haya acusado a su esposo de matar a sus hijos, quien permanece detenido; la mujer denunció irregularidades en la detención como que no le proporcionaron un abogado, no le dejaron hacer una llamada telefónica y le hicieron firmar hojas en blanco.
Juana Luna narró al diario AM que ella, sus tres hijos y su marido pasarían la noche en la finca donde él trabaja como velador. Mientras dormían escucharon disparos y que ingresaban a la casa, por lo que todos se escondieron en un baño del primer piso.
Cuando escucharon que los hombres subían Antonio disparó hacia la escalera. Según el relato de Juana, los hombres armados colocaron a todos boca abajo, y después se llevaron a su marido a otra parte de la casa y lo obligaron a sostener el arma.
Hasta el momento las autoridades no hay dado más información sobre el caso. Mientras tanto la Procurduría de Derechos Humanos de Guanajuato indicó que ya abrió un oficio de investigación y al menos mil personas marcharon para pedir justicia y la liberación de Antonio, acusado del homicidio.
Vía Proceso, Animal Político y Zócalo