El presidente de los Estados Unidos ha roto la tradición de reconocer oficialmente junio como el mes del Orgullo LGBTTI
Regeneración, 1 julio de 2017.– «Haré todo lo que esté en mi poder para proteger a nuestros ciudadanos LGBTI de la violencia y la opresión de una ideología de odio extranjera», fueron algunas palabras que emitió Donald Trump durante su campaña, las cuales sólo quedaron en promesa.
Pese a que algunos miembros del gabinete de Trump si tuvieron una posición respecto al tema, la actitud del mandatario estadunidense por negarse a reconocer junio como el mes del Orgullo LGBTTI ha dejado mucho que desear en diversos sectores de la población americana.
En el caso del Secretario de Estado, Rex Tillerson, hizo el reconocimiento una semana después de haber iniciado el mes del Orgullo Gay, sentenciando «la violencia y la discriminación» contra dicha comunidad en el extranjero.
«En reconocimiento del Mes LGTBI, el Departamento de Estado afirma su solidaridad con los defensores de derechos humanos y las organizaciones de la sociedad civil que trabajan alrededor del mundo para mantener las libertades fundamentales de las personas lesbianas, gais, transgénero, bisexuales e intersexuales para que puedan vivir con dignidad y libertad», señaló el Departamento de Estado.
Por otro lado, Ivanka Trump a diferencia de su padre, reconoció la celebración iniciando el mes. «Este mes celebramos y honramos a la comunidad #LGTBI», escribió ella el 1 de junio, incluso se mostró empática con dicha comunidad al señalar en su cuenta de twitter, “Estoy orgullosa de apoyar a mis amigos y estadounidenses LGBTTI que han hecho inmensas contribuciones a nuestra sociedad y economía”.
Sin embargo, a pesar que Trump tuvo una posición firme con respecto a los derechos de esta comunidad, este año cientos de ciudadanos norteamericanos marcharon con pancartas de «Resiste», denunciando al gobierno republicano y a sus propuestas legislativas, la derogación de la ley de salud Obamacare y el cuestionamiento de los derechos de los transexuales.
En el caso de Camilla Taylor, consejera de una ONG dedicada a la defensa de los derechos civiles de la comunidad LGBTTI, se ha referido al gobierno de Trump como el más ‘anti-gay’ de la historia.
«Ésta va a ser la lucha de nuestras vidas, estaremos en la resistencia», advirtió después de ser testigo de la actitud de omisión ante este sector vulnerable.