Usan a personas pobres para cometer fraudes fiscales

La delincuencia organizada usa a personas de escasos recursos para suplantar sus identidades y cometer fraudes, alerta el Servicio de Administración Tributaria (SAT).


Regeneración, 17 de julio de 2017.- En entrevista con Excélsior, el administrador general de Servicios al Contribuyente del SAT, Adrián Guarneros Tapia, explicó que los grupos criminales buscan en zonas marginadas contratar a personas para que tramiten su firma electrónica y luego entreguen sus claves.

Con dicha información, los delincuentes cometen fraudes contra el SAT u otras instituciones.

Emiten a su nombre facturas que amparan operaciones por cientos, miles y millones de pesos, solicitan la devolución de impuestos también por cualquier cantidad o realizan otras operaciones con las que incurren en adeudos relevantes, explicó el funcionario.

El administrador general de Servicios al Contribuyente advirtió que vender los datos de la firma electrónica equivale a firmar hojas en blanco y los incautos corren el riesgo de ser encarcelados.

El SAT ya interpuso denuncias; descubrió la venta de firmas electrónicas,luego de identificar a contribuyentes que fueron a tramitarla sin saber para qué sirve, agregó Guarneros.

Tráfico de firma electrónica para hacer fraudes

Criminales se aprovechan de la pobreza para obtenerlas claves de la firma electrónica y defraudar al SAT

Organizaciones criminales pagan a personas de escasos recursos para que acudan al Servicio de Administración Tributaria a solicitar su firma electrónica y luego les entreguen sus claves, para suplantar su identidad y realizar operaciones fraudulentas ante ese organismo y otras instituciones, reveló el Administrador General de Servicios al Contribuyente del SAT, Adrián Guarneros Tapia.

En entrevista exclusiva con Grupo Imagen, dijo que se trata de un fenómeno casi oculto e imperceptible que ocurre en zonas marginadas, principalmente, donde los criminales encuentran grupos de población con necesidad económica, que no requieren e-firma ni saben qué es o para qué sirve, pero ceden a la tentación de quienes les ofrecen unos cuantos pesos por tramitarla y entregarles las claves.

Advirtió que “entregar las claves de la firma electrónica a otra persona equivale a darle miles de hojas de papel firmadas en blanco y amplio poder para realizar una extensa gama de trámites y de operaciones en apariencia legales, pero que en realidad son fraudulentas, que pueden causar un daño económico tan grande al legítimo propietario de la e-firma, que este puede perder todo su patrimonio e ir a la cárcel”.

Y es que quienes compran la e-firma a los legítimos propietarios o usuarios de ese recurso electrónico suplantan la identidad de estos y emiten a su nombre facturas electrónicas que amparan operaciones por cientos, miles y millones de pesos o más, solicitan la devolución de impuestos también por cualquier cantidad de dinero; o bien, realizan otras operaciones con las que incurren en adeudos “relevantes”, dijo.

Denuncias

Todos esos escenarios pueden generar la quiebra total, incluida la pérdida del patrimonio, así como problemas legales a quienes entregan sus claves a otras personas, alertó el funcionario federal, y aseguró que el SAT ya inició algunas denuncias de hechos que siguen su curso para deslindar y fincar responsabilidades, pero no dio detalles para no entorpecer las investigaciones.

El SAT descubrió la compra-venta de claves de firmas electrónicas a través de contribuyentes que en distintos momentos se presentaron en varias de sus oficinas, con actitud de desconocimiento e inseguridad, a realizar el trámite para solicitar la e-firma, sin saber qué es ni para qué sirve ni en qué o cómo o para qué lo va a utilizar.

La actitud sospechosa de esos contribuyentes llevó al SAT a investigarlos, y a descubrir que se trata de personas a los que otros sujetos les pidieron acudir a las oficinas del SAT a solicitar la e-firma para luego entregar las claves de la misma a terceros que tienen como propósito hacer uso de las mismas con fines de defraudación.

Hizo un llamado a los contribuyentes para que no se presten a esas situaciones, para que no acudan a las oficinas del SAT a solicitar una e-firma con el único propósito de venderla por unos cuantos pesos a presuntos defraudadores.

A quienes por alguna razón ya lo hicieron, les pidió que regresen al SAT a revocar esa firma y cancelar las facturas y trámites que se hayan realizado con ella, si es el caso, o para evitar que se haga mal uso de la misma.

Informó que el SAT está tomando medidas puntuales en sus oficinas, para fortalecer los mecanismos de identificación de las personas, a efecto de saber con mayor precisión las características yactividades del sujeto, y en función de éstas, determinar si el contribuyente solicitante de una e-firma realmente la requiere o no.

Adicionalmente se les notifica que la e-firma es personal e intransferible, que no deben entregarla ni revelar sus claves a otras personas, ni siquiera a su contador de confianza, y se les advierte de los riesgos y de las sanciones que podrían sufrir en caso de hacerlo.

Con información de: Excélsior